AR: [AR] El broche de oro

El broche de oro

Múltiples vicisitudes acompañaron el 2006, año en que se terminó con el Estado de Derecho, sumiendo a los ciudadanos en una total desprotección, tanto jurídica como institucional, inseguridad pública, crisis energética, economía dibujada con índices mentirosos y apañada por la opinión de pseudos economistas dedicados a engañar a la sociedad.
Estos doce meses mostraron el peor mandato desde el advenimiento de la democracia, a pesar que desde 1983, la Argentina pasó por un sin fin de calamidades provocadas por los que se autotitulan "Salvadores de la Patria", quienes en realidad promovieron la llegada de esta antidemocrática gestión, encubriendo a los personajes que en estos momentos desestabilizan la paz y la armonía del pueblo argentino, el que se encuentra inmerso en una suerte de revanchismo subversivo, que agazapado se infiltró el el poder ficticio de espúrea constitucionalidad, amorosamente anidado por el ex-Presidente Eduardo Duhalde.

No conformes con dilapidar el futuro, se incita a la violencia desde un Estado plagado de costumbres afines a un terrorismo decadente, el que aspira enquistarse definitivamente y a perpetuidad en el país, solapado dentro de un movimiento que no les pertenece, implantando ídolos de barro que acometen fuertemente contra las instituciones en busca de su destrucción total, para instalar en la Nación un régimen marxista que otrora a pesar de sus barbaries no habían podido instaurar.

La desesperación a perder lo conseguido en estos tres años y siete meses de gestión, ha llevado a estas huestes de "viejos idealistas" a conformar puestas en escena tan poco elaboradas como denigrantes para el intelecto de la ciudadanía, la que es subestimada por una actuación tan lamentable como desarticulada, como lo fue el cambalache perpetrado para el virtual secuestro de Luis Geréz.

Sobreactuaciones de poco éticos funcionarios acompañaron el grotesco, verborragias sin sentido ocupadas en fortalecer los odios de un pasado feroz en el cual prevaleció una guerra sucia, demente e inhumana, contra una sociedad que no acompañaba estos métodos de terror y demostraba abiertamente un repudio generalizado.

Partícipe necesario del show mediático, un Presidente con un discurso cargado de oprobios, que en Cadena Nacional aportó el rol protagónico para la deslucida y patética interpretación que solo logró enlodar aún más su investidura, con una proclama abierta y ajustada a las voces de los que reclaman la vuelta a una época que se consideraba superada.

Acusaciones sin pruebas se dirigieron desde la boca del Señor Presidente, quien haciéndose eco de infundadas habladurías, puso su sello en la producción que algún escriba dispuso para tal fin, la que fue leída incondicionalmente por el Señor Kirchner, reflejando ante las cámaras la debilidad de su liderazgo dentro de tan poco felices como desafortunados epítetos que reglaron las evidencias del temor existente en los grupos de izquierda, incapaces de imponer sus ideales en una contienda limpia y democrática.

Nunca en estas cuatro Navidades el Primer Magistrado dirigió un mensaje a la población, su estilo sin aditamento protocolar pareció dejar de lado estas deferencias para con sus conciudadanos, pero en este caso su disposición se hizo presente y habló como nunca de su defensa a un Estado de Derecho que por cierto no pertenece a los ardiles del poder absoluto acumulado en su administración.

Después de argumentada la descabellada distorsión a la opinión pública, el Señor Geréz hizo su triunfal aparición entre los bombos y platillos del plantel oficial, nacional y provincial, plantel que justificaba a viva voz ante los medios, una interpretación tan falsa como especulativa, como que el tono del oportuno tribuno, el Señor Kirchner había surtido el efecto deseado, amedrentando a los secuestradores que después de tan contundentes palabras se sintieron acorralados y dejaron en libertad al pobre albañil, el que parecía haber soportado torturas que habrían afectado su psiquis.

El montaje llegó al límite del burdel, jugando con el país y sus habitantes de una forma tan elemental como burda y manejada desde el canal 7 como un culebrón plagado de extras de poca monta, incapaces de aprender su letra con coherencia.

La dirección de Fernández de Rosa no pudo imponer un orden en los protagonistas, los que lejos de seguir el guión, aportaron sus incongruencias, eso si, todos coincidieron en el aporte presidencial para la feliz resolución del hecho.

Las loas al Presidente cundieron por los medios, los que con expresiones poéticas insuflaron la personalidad del Primer Ciudadano, quien luego de tan extraordinario esfuerzo pudo partir hacia un merecido descanso en cercanías de hielos refrescantes.

Con un fin de año que transcurrió entre flashes televisivos de repetidas caras, anunciando conferencias de prensa del Señor Geréz, así como diferentes versiones de quien encontró al liberado, niñas, concejales, diputados, enfermeras, médicas, etc., se imponía una aclaración más fidedigna y esta llegó con el nuevo año, haciéndose realidad la tan anunciada conferencia de prensa.

El Señor Luis Geréz se hizo presente en el local de "Pensar", acompañado del candidato a Intendente por el Frente para la Victoria, el inefable Fernández de Rosa. La alocución se inició dentro de un marco de frases discontinuas, que cumplieron únicamente con los agradecimientos del caso, dirigidos especialmente al Matrimonio Presidencial, al obsecuente Gobernador Solá y demás funcionarios que Gerés expresó no tener presente todavía en su recuerdo.

Todo terminó sin pena ni gloria, el albañil recordó a Jorge Julio López con quien compartía el mismo oficio y se manifestó por los 30.000 compañeros desaparecidos, sin mediar palabra alguna sobre los sucesos que lo habían involucrado, en lo que se dice un secuestro perpetrado por mano de obra desocupada.

El abrupto final culminó sin preguntas periodísticas y la odisea del Señor Geréz no tuvo explicación, en una apresurada caravana y asistido por Paco que se ocupó con eficiencia de sortear a la prensa presente, la víctima abandonó el lugar.

Un nuevo año se inició en todo sentido, definida la política a seguir por el Primer Mandatario y su corporación adicta, las pautas más evidentes fueron presentadas en sociedad, el disciplinado Señor Kirchner inició la batalla de exterminio a toda oposición que pueda ensombrecer los fines eleccionarios y eligió sus más desvirtuados postulantes para los puestos claves, mostrando sin tapujos su modus operandi.

Alea jacta est, el juego está abierto para que los ciudadanos impongan las reglas indispensables para ganar la partida, el premio es deslumbrante, vale la pena involucrarse en una empresa mancomunada, que con excepcional ganancia ofrecerá una República completa, a la cual adicionar los atributos perdidos en un mal andado camino, libertad, justicia, equidad, seguridad, garantizados por el respeto a las leyes y la Constitución Nacional

Autor: Susana Sechi
Directora de La Historia Paralela

Email: SusanaSechi@gmail.com

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