| Lunes, 11 de mayo de 2009. Año XXI. Número:7.084. OPINION EDITORIAL 11-M: cuando la ciencia refuta la sentencia SOMOS CONSCIENTES de que la divulgación de las conclusiones del informe científico realizado por el perito Antonio Iglesias servirá para agudizar la conciencia del sector más sensible y crítico de la sociedad española sobre la importancia de averiguar la verdad sobre el 11-M. Pero también de que habrá quienes reaccionen apelando a la teoría de la conspiración y criticando el empecinamiento de los que nos empeñamos en seguir investigando la masacre de Madrid. La respuesta a los escépticos es muy simple: EL MUNDO se limita a adelantar la principal conclusión de un trabajo científico de 500 páginas. No hay en él valoraciones políticas, especulaciones o consideraciones sobre el terrorismo. Hay datos empíricos, obtenidos científicamente y científicamente comprobables. Su autor es un químico que se centra en la revisión de las pruebas realizadas sobre los explosivos del 11-M en los laboratorios de la Policía Científica, en las que participaron ocho expertos, entre ellos él mismo.
El trabajo de Iglesias durante un año ha seguido los procedimientos habituales establecidos por la comunidad científica y ha sido entregado al Colegio de Química para que otros expertos puedan someter a crítica, controversia o refutación su contenido.
Somos también conscientes de la dificultad de comprensión para el lector de este asunto, en el que es fácil perderse en la complejidad y diversidad de los procedimientos y las sustancias químicas que aparecen, a veces con nombres parecidos.
Hay, sin embargo, dos premisas muy relevantes en este informe científico que llevan a concluir que el explosivo que utilizaron los terroristas para volar los trenes era Titadyn, lo que contradice la versión oficial de que lo que estalló era únicamente Goma 2 ECO.
La primera de esas premisas es que los análisis de la muestra M-1, la mejor conservada y la única que no fue lavada con agua, arrojaron la presencia de nitroglicerina y dinitrotolueno, dos sustancias que forman parte del Titadyn pero no de la Goma 2 ECO robada en Asturias.
La segunda premisa es aún más relevante en la medida en que supone una novedad que deja tocada de muerte la credibilidad de la sentencia: el tribunal concluyó por error que la presencia de dibutilftalato en todos los análisis de las muestras permitía deducir que se trataba de Goma 2 ECO. La deducción es errónea porque esta sustancia forma parte también del Titadyn incautado por la Guardia Civil en Cañaveras, dos semanas antes de la masacre de Madrid. La sentencia afirma que el dibutilftalato era un «componente diferencial» entre uno y otro explosivo y ello no es cierto, como queda acreditado en los análisis de Iglesias.
Como explica hoy nuestro periódico, el dato no se conoció durante el juicio porque la gráfica que reflejaba los resultados del análisis del Titadyn hacía referencia genérica a los ftalatos, omitiendo de forma expresa la aparición del dibutilftalato. Según Iglesias, la omisión pasó «desapercibida» o, tal vez, «fue soslayada» por el director de la pericia. Sea como fuere, lo que dice la sentencia es falso.
Las conclusiones de este informe ponen, sin duda, en evidencia la investigación judicial del 11-M y la labor del tribunal. Por ello, no faltará quien las acoja con desdén o silencio, sin tomarse la molestia de refutarlas cientifícamente y argumentando que la sentencia del juicio ya se pronunció sobre los explosivos.
Pero los hechos son tozudos y lo que publicamos hoy acentúa mucho más las dudas sobre la versión oficial del 11-M. Nadie mejor que el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que es químico de profesión, podría valorar el informe de Iglesias desde el punto de vista científico y -en función de sus propias conclusiones- ordenar una nueva investigación sobre un aspecto tan fundamental para esclarecer la masacre.
Martes, 12 de mayo de 2009. Año XXI. Número: 7.085. ESPAÑA 11-M LA INVESTIGACIÓN / El 'informe Iglesias'
AVT: «El 11-M está abierto, hay que seguir investigando» Madrid La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) aseguró ayer que «el 11-M sigue abierto» al existir dudas sobre qué explosivos se usaron.
Ángeles Pedraza, vicepresidenta de la AVT, consideró que el informe publicado por EL MUNDO «supone que tenemos que seguir investigando».
«No sabemos si hubo o no una conspiración en el 11-M. No sabemos si fue o no un atentado puramente islamista, y no lo sabemos porque, ante unas investigaciones que no lograron esclarecerlo, el Estado ha renunciado a seguir en el empeño de descubrir la verdad», manifestó.
Lunes, 11 de mayo de 2009. Año XXI. Número:7.084. ESPAÑA 11-M LA INVESTIGACIÓN / El 'informe Iglesias' (I) Un informe químico concluye que el 11-M explotó Titadyn
El perito Antonio Iglesias revela que el principal argumento técnico de la sentencia es falso porque el DBP que se atribuye en exclusiva a la Goma 2 ECO también apareció en el Titadyn de Cañaveras. Insiste en que, sin embargo, tanto la nitroglicerina como el DNT detectados en el único resto de los focos que pudo ser analizado, son componentes del Titadyn y en ningún caso de la Goma 2 ECO. Ha revisado durante un año todas las analíticas de los explosivos y ha hecho un informe de 500 páginas que ha depositado en el Colegio de Químicos para someterlo a controversia entre sus colegas
MANUEL MARRACO Madrid
Uno de los expertos químicos que analizó para el tribunal del 11-M los restos de las explosiones ha elaborado un exhaustivo informe que descarta que los terroristas empleasen la dinamita robada por la trama asturiana y afirma que, en al menos uno de los focos estalló algún tipo de Titadyn.
El macroinforme del perito Antonio Iglesias considera «altamente probable» que la mochila bomba de uno de los focos de la estación de El Pozo, el número tres, contuviera Titadyn. Para llegar a ésa y otras conclusiones relevantes, repasa a lo largo de casi 500 páginas todos los análisis de la pericial efectuada en el laboratorio de la Policía Científica, en un informe registrado ya en el Colegio Oficial de Químicos de Madrid.
Iglesias participó en la pericial a solicitud de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M. Junto a él, otros tres expertos designados por las acusaciones y defensas acompañaron a dos policías y dos guardias civiles. En total, ocho peritos para un informe que debía paliar las graves consecuencias de la deficiente actuación del ex responsable de los Tedax Juan Jesús Sánchez Manzano.
En ese repaso de material, el experto se ha topado con un dato que desbarata un argumento con el que el tribunal llegó a la convicción de que en todos los focos había explosionado la Goma 2 ECO robada por Emilio Suárez Trashorras para la célula islamista.
La sentencia de la Audiencia Nacional destacó que «en todos» los focos analizados por los expertos se detectó dibutilftalato (también conocido como ftalato de dibutilo y DBP). De acuerdo con los datos manejados entonces por los expertos y el tribunal, esa sustancia formaba parte de la Goma 2 ECO, pero no del Tita- dyn. De ahí que la Sala diera por probada la presencia de Goma 2 ECO en todos los focos y sólo dejara entreabierta la puerta a que, además, pudiera estar mezclada con otro explosivo.
Sin embargo, el informe Iglesias demuestra que ese mismo elemento también forma parte del Titadyn al que supuestamente descartaba. De hecho, estaba presente en el explosivo de esa marca incautado a ETA apenas dos semanas antes de la masacre en la furgoneta interceptada en Cañaveras.
Entre las órdenes del tribunal a los ocho expertos se encontraba la de analizar una muestra de Titadyn, ante la sospecha de que pudiera ser uno de los explosivos empleados en los trenes. Y sí contenía DBP.
«Sorprendentemente, no habíamos reparado en este hecho durante la pericia. Me he dado cuenta de ello revisando cromatogramas del informe pericial», afirma el experto en el apartado del informe dedicado a la comparativa de dinamitas.
El dato no se conoció durante el juicio porque, en la gráfica que reflejaba los resultados, lo que debería corresponder al dibutilftalato aparecía «marcado de forma genérica» como ftalato. Algo que, según el experto, o bien pasó «desapercibido» o bien «fue soslayado» por el director de la pericia.
La supuesta ausencia del DBP en el Titadyn sirvió a los defensores de la versión oficial para contrarrestar la aparición de dos sustancias -nitroglicerina y dinitrotolueno (DNT)- que no formaban parte de la Goma 2 ECO robada en Asturias. La Policía intentó explicar esa incongruencia con sucesivos razonamientos, desde la contaminación en fábrica hasta la contaminación durante el almacenamiento de las muestras.
En paralelo a lo sucedido con el DBP, la sentencia resaltaba la aparición de un segundo componente (el nitroglicol), que también pertenecía en exclusiva a la Goma 2 ECO. Sin embargo, la tabla de componentes reflejada en el macroinforme indica que también forma parte de todos los tipos de Titadyn.
La presencia de ambos elementos (nitroglicol y DBP) llevó a la Sala a concluir, «siguiendo un razonamiento lógico» -palabras de la sentencia-, que la Goma 2 ECO estuvo presente en todos los focos.
Iglesias, teniendo en cuenta la presencia del DBP en el Titadyn, confirma lo que ya apuntaba en las observaciones que incorporó al informe pericial entregado al tribunal: la presencia de ese tipo de dinamita en al menos un foco del 11-M.
La muestra que analizaron eran 3,5 gramos de polvo de extintor de color rojizo recogidos junto a uno de los vagones. Los expertos coincidieron en que esa muestra, designada como M-1, tenía un «especial interés analítico», puesto que reunía las mejores características para ofrecer resultados de garantía. No sólo actuó como absorbente de las sustancias que estallaron, sino que era la única muestra que los Tedax no habían lavado en sus análisis iniciales.
El informe señala que «la presencia conjunta» de cuatro componentes en la muestra M-1 «permite discriminar el tipo de dinamita utilizado en el foco de donde fue extraída». Dos de esos elementos son comunes tanto a la Goma 2 ECO como al Titadyn (nitrato amónico y ditritoetilénglicol). Otros dos, en cambio, «no forman parte de la Goma 2 ECO y sí del Titadyn» (el dinitrotolueno y la nitroglicerina). «Ante estos hechos [...] consideramos altamente probable que en el foco nº 3 de El Pozo haya estallado Titadyn», concluye.
Más adelante, el experto rechaza la interpretación del policía jefe de la pericia de que la cantidad de nitroglicerina era tan baja que no podía considerarse como un elemento del explosivo que estalló, sino producto de la contaminación durante su almacenaje. «Lo lógico es deducir que la nitroglicerina detectada y confirmada inequívocamente [...] proviene de un explosivo que contenía, no a nivel de trazas, sino en una proporción mucho más elevada, la que corresponde a las especificaciones de las dinamitas que llevan nitroglicerina en su composición», rebate.
Al margen del exhaustivo análisis de esa muestra clave, Iglesias también repasa todas las pruebas realizadas a las otras 13 muestras de los focos que llegaron a sus manos. A su juicio, «la nota más destacada» es la aparición en todos los casos del DNT, ajena a la composición de la Goma 2 ECO. «La conclusión que de ello se desprende es que ha estallado un explosivo distinto de la Goma 2 ECO, ya que ésta no lleva DNT en su composición. En cambio, sí lo lleva el Titadyn». A ello se añade la mencionada aparición de nitroglicerina en la muestra número 1, que también lleva a considerar «altamente probable» que lo que estallase fuera Titadyn. APOYO¶ Tres dinamitas, 21 muestras
El informe Iglesias incorpora decenas de gráficos obtenidos por los peritos en los cientos de análisis que efectuaron, así como otros que sirven como resumen. El gráfico superior indica los elementos detectados en las 21 muestras de los focos. El inferior señala los elementos que forman parte de cada tipo de dinamita. Entre ellos no aparece el dibutilftalato, pero el contenido del informe sí lo señala como un componente del Titadyn que les fue encontrado a los etarras de Cañaveras. En la foto se muestra a dos policías recogiendo muestras de uno de los focos de El Pozo que nunca llegaron al juzgado. La imagen acompaña a un escrito que la abogada de las víctimas Manuela Rubio presentó hace dos meses ante la Audiencia. APOYO¶ Lo que conduce al Titadyn - Dos sustancias que forman parte del Titadyn (nitroglicerina y dinitrotolueno), pero no de la Goma 2 ECO robada en Asturias, aparecieron al analizar la muestra mejor conservada, denominada M-1.
El tribunal concluyó que se había usado Goma 2 ECO porque en todas partes aparecía un elemento (el dibutilftalato), que formaba parte de ese explosivo, pero no del Titadyn. Reexaminada toda la analítica, el experto ha detectado que también el Titadyn contiene ese elemento. A juicio de Iglesias, «la nota más destacada» de los análisis es la aparición de DNT, que no forma parte de la Goma 2 ECO, pero sí del Titadyn.
Martes, 12 de mayo de 2009. Año XXI. Número: 7.085. ESPAÑA 11-M LA INVESTIGACIÓN / El 'informe Iglesias' (y II) La Goma 2 de la Kangoo salió de un cartucho de los Tedax El informe Iglesias concluye que el explosivo que cambió la investigación del 11-M y la muestra patrón enviada por Manzano tienen el mismo origen. El químico llegó a este resultado al comprobar la similitud en la granulación de las muestras sometidas a la prueba del almidón. Desmonta las explicaciones oficiales que justificaban que en ambas muestras apareciera metenamina, un compuesto ajeno a la Goma 2 MANUEL MARRACO Madrid
El explosivo encontrado en la furgoneta abandonada por los terroristas del 11-M y la muestra patrón de Goma 2 ECO entregada por los Tedax para hacer una comparativa provenían del mismo cartucho o, al menos, habían estado almacenados juntos antes del atentado. Ésa es una de las conclusiones a las que llega el experto químico Antonio Iglesias, que participó en la pericial ordenada por el tribunal del 11-M y que ha elaborado un macroinforme tras revisar todos los análisis sobre los explosivos.
El experto químico llega a esa conclusión basándose en dos datos esenciales. El primero, la aparición en ambas muestras de explosivo de una misma sustancia llamada metenamina, ajena a la composición original de la Goma 2 ECO pero presente en algunos explosivos de tipo militar. El segundo, la similitud de los gránulos de almidón que aparecen tras someter las muestras a una técnica analítica concreta (microscopia óptica y tinción). La huella que dejan es tan parecida que sólo puede explicarse por el origen común de ambos explosivos.
La consecuencia de todo ello, de acuerdo con el informe Iglesias, es «que el resto de explosivo encontrado en la Kangoo, según la versión oficial, y la muestra patrón [...] o provenían del mismo cartucho o, al menos, habían estado juntas almacenadas en el mismo recinto», y que en este lugar de almacenamiento había metenamina.
Cualquiera de las dos hipótesis planteadas por el experto supone anular la credibilidad del hallazgo que dio un vuelco a la investigación, ya que sitúa el origen del explosivo de la Kangoo en los almacenes de la unidad dirigida entonces por el comisario Juan Jesús Manzano. En las primeras horas tras el atentado, el hecho de que el explosivo fuera Goma 2 restó credibilidad a la tesis de la autoría etarra y encarriló la investigación hacia el terreno islamista.
Así lo expone Iglesias en su informe: «Se comprende fácilmente que admitir cualquiera de estas dos posibilidades comprometía la autenticidad del sumario y/o la actuación de los Tedax. [...] El que las muestras M-2 [restos de la Kangoo] y M-3 [muestra patrón] pudieran haber estado juntas o proceder del mismo cartucho apuntaría claramente a la falsedad de la prueba del resto de cartucho aparecido según la versión oficial en la furgoneta Kangoo».
El día 11 de marzo de 2004, la Policía Científica analizó dos muestras de explosivo. Una correspondía a lo encontrado en la Renault Kangoo abandonada por la célula terrorista junto a la estación de Alcalá de Henares. Eran 3,221 gramos de una sustancia blanquecina adherida al extremo de un cartucho, identificada como muestra M-2. La otra eran algo más de 100 gramos de una muestra patrón de Goma 2 ECO aportada directamente por los Tedax con el objetivo de compararla con la primera e identificada como muestra M-3.
El análisis ofreció un resultado idéntico en ambas muestras. Idéntico hasta en lo que no debía serlo. Aparecieron los elementos propios de la Goma 2 ECO (nitrocelulosa, nitroglicol, nitrato amónico, ftalato de dibutilo, carbonato cálcico), pero también, y en ambas muestras de origen supuestamente diferente, un componente ajeno, la metenamina.
De acuerdo con el informe, el peligro que la metenamina suponía para la versión oficial llevó a la Guardia Civil a esforzarse por «justificar» su aparición. En primer lugar, se pensó «razonablemente» que podía haberse producido una contaminación en la fábrica. Sin embargo, Unión Española de Explosivos informó de que no usaba la metenamina y facilitó al Instituto Armado muestras de todas sus materias primas para que ellos mismos lo comprobaran.
Descartada esa posibilidad, las Fuerzas de Seguridad sometieron la Goma 2 a múltiples pruebas hasta que concluyeron que «la combinación de algunos componentes que constituyen el explosivo, utilizando metanol como medio de reacción, da lugar en el cromatógrafo de gases a la metenamina». Es decir, que la metenamina no formaba parte de las muestras, sino que se generó al analizarlas.
Iglesias mantiene que, pese al «claro empeño» que pusieron en ello, ni el policía que dirigió la pericial ordenada por la Audiencia Nacional ni los agentes de la Guardia Civil que participaron en ella lograron demostrar que eso fuera así. Además de exponer numerosas objeciones técnicas a la explicación, recuerda que «no consta, a día de hoy, la existencia de ninguna publicación científica que avale» la teoría mantenida durante el juicio por la Fiscalía.
Y añade que incluso esa versión oficial, correctamente interpretada, reforzaría el origen común de las dos muestras de explosivo. «Si admitiéramos, sólo a efectos dialécticos, que la metenamina se forma a partir de nitrato amónico, el hecho de que no se forme siempre y sí precisamente con las citadas muestras números 2 y 3 sugeriría que esas dos muestras llevan en su composición un mismo tipo de nitrato amónico, lo que supondría un indicio -uno más- de que provendrían del mismo cartucho».
Pese a que las Fuerzas de Seguridad restaron importancia a la aparición de la metenamina, lo cierto es que entre sus usos se encuentra la de servir de materia prima para la fabricación de explosivos de tipo militar RDX (exógeno, ciclonita, T4). Por ello, Iglesias considera como tesis más plausible para explicar la aparición de la metenamina que las dos muestras hubieran estado «en contacto probablemente con el explosivo RDX del cual, como hemos visto, es su precursor o materia prima para su fabricación. Independientemente de que este explosivo fuera utilizado o no en la voladura de los trenes». La misma huella
La imagen de la izquierda corresponde al explosivo hallado en la furgoneta Kangoo tras someterlo a una técnica analítica para teñir los gránulos de almidón que contiene y observarlo al microscopio. La imagen central pertenece a la muestra patrón de Goma 2 ECO. «Los granos de almidón presentan un aspecto muy similar» a los de la muestra anterior, afirma Iglesias, que lo explica por el origen común de ambas muestras. Como contraste, el informe incorpora (imagen derecha) el resultado de practicar la misma técnica a otro explosivo del 11-M. «Nótese la diferencia de tamaño de los gránulos de almidón teñidos», observa el experto.
Lunes, 11 de mayo de 2009. Año XXI. Número:7.084. ESPAÑA 11-M LA INVESTIGACIÓN / El 'informe Iglesias' (I) Incoherencias y confusión en la sentencia
El informe desvela que el fallo judicial se basó en dos errores materiales
MANUEL MARRACO Madrid
Soslaya datos, asume otros incoherentes, crea confusión al introducir elementos innecesarios y, sin embargo, guarda silencio sobre otros relevantes. En las escasas seis páginas que el informe dedica a la sentencia del 11-M, el experto químico reúne múltiples razones para quejarse. Y eso pese a que se muestra satisfecho del «reconocimiento expreso» que los magistrados hicieron de los resultados obtenidos por los expertos. Entre otras cosas, porque «no descarta el uso de explosivos diferentes de la Goma 2 ECO, como Titadyn». «No contradice, por tanto, la esencia de nuestra tesis», añade.
Iglesias manifiesta su «total desacuerdo» con que el tribunal haya asumido unos «datos incoherentes», en referencia al análisis cuantitativo de la muestra más importante, designada como M-1. Este análisis supone intentar calcular las proporciones en que está cada elemento, frente al análisis cualitativo que sólo indica qué elementos aparecen.
El experto recuerda que los ocho peritos habían acordado que no harían análisis cuantitativos porque no serían fiables, por la escasez de las muestras y porque algunos componentes desaparecen tras la explosión. Sin embargo, el jefe de la pericia impuso ese análisis cuantitativo para intentar defender que los elementos que no encajaban en la versión oficial aparecían en proporciones ínfimas.
Este análisis cuantitativo, junto a que el tribunal no supo que el DBP forma parte del Titadyn, supone que el fallo judicial se basó en dos errores materiales.
También reprocha que la sentencia «soslaye» al examinar los resultados un hecho tan relevante como que todas las muestras de los focos habían sido lavadas con agua y acetona por los Tedax, lo que restó calidad a las muestras.
Iglesias también reprocha al tribunal que subraye la presencia de DBP en todos los focos del atentado y que, sin embargo, guarde silencio sobre la aparición, también en todos los focos, del DNT. Mientras que el primero servía para apuntalar la versión oficial, el segundo arrojaba múltiples dudas, ya que no es un componente de la Goma 2 ECO.
En otro punto del informe, hace referencia a la confusión que genera el tribunal al considerar que, junto a la Goma 2 ECO, pudo estar presente otra dinamita denominada «EC». Este explosivo sí tenía nitroglicerina, lo que permitía al tribunal justificar su aparición en los análisis. «Que la sentencia cite aquí la Goma 2 EC queda fuera de lugar e induce a confusión porque había dejado de fabricarse en 1999», rebate el perito.
Iglesias coincide con el texto de la sentencia en que en las muestras analizadas no hay rastro de explosivos militares. Pero hace dos añadidos: que algunos de sus elementos se evaporan en el momento de la explosión -por lo que su uso debe deducirse del estado de los trenes, que fueron desguazados inmediatamente- y que la aparición de una sustancia llamada metenamina apunta a la utilización de uno de esos explosivos, el Semtex.
Respecto a esta sustancia, la metenamina, lamenta que los magistrados no lleguen siquiera a mencionarla, pese a su aparición en varias muestras relevantes y a que uno de los encargos expresos a los peritos fue que ofrecieran explicaciones sobre esa aparición.
Martes, 12 de mayo de 2009. Año XXI. Número: 7.085. ESPAÑA 11-M LA INVESTIGACIÓN / El 'informe Iglesias' (y II)
«Inadmisible» actuación del comisario Manzano MANUEL MARRACO Madrid El comisario Juan Jesús Sánchez Manzano protagonizó tanto el inicio como el final de la investigación sobre los explosivos del 11-M. En medio de todo ello fue destituido por las quejas continuas de los tedax bajo su mando, que le reprocharon el desprestigio de la unidad.
Fue su laboratorio, y no el más preparado de la Policía Científica, el que analizó las muestras del explosivo que estalló. Esa decisión de retener las muestras y la de deshacerse de los extractos que resultaron de los primeros análisis -lo que dificultó su examen posterior- llevan a Iglesias a calificar de «inadmisible» su actuación, que «se aparta de la buena práctica analítica». Tres años después, la insuficiencia del trabajo de Manzano forzó al tribunal del 11-M a acordar un nuevo examen de los explosivos.
En el larguísimo listado de irregularidades, el informe incluye no suministrar al tribunal restos de todos los focos de las explosiones, así como ocultar durante años los elementos concretos que detectó -hasta el juicio sólo se habló de «componentes genéricos de las dinamitas»-. Pero todo ello parece menor ante la afirmación de Iglesias de que el resto de Goma 2 encontrado en la furgoneta de los terroristas tenía su origen en el almacén de explosivos que estaba bajo su responsabilidad.
Martes, 12 de mayo de 2009. Año XXI. Número: 7.085. OPINION IMPRESIONES / Las conclusiones científicas del 'informe Iglesias' Nuevos motivos para mandar a algunos policías «caminito de Jerez» A MEDIDA que profundizamos en las conclusiones del informe Iglesias, mayores son las dudas sobre la versión oficial del 11-M y más graves los indicios que ponen en evidencia aspectos fundamentales de la investigación. Ayer subrayamos que, tras revisar exhaustivamente las analíticas de los explosivos, el perito Antonio Iglesias ha descubierto que un componente químico que la Sala consideró exclusivo de la Goma 2 ECO también se encuentra en la Titadyn. Esta conclusión refuta el principal argumento técnico de la sentencia, según el cual la dinamita que estalló en los trenes sólo pudo ser Goma 2 ECO procedente de Mina Conchita. Además, en el mismo estudio, el químico prueba que la muestra patrón policial y los restos de Goma 2 ECO encontrados en la Renault Kangoo utilizada por los terroristas tenían el mismo origen. Es decir, o ambos explosivos salieron del mismo cartucho, o habían estado juntos en el almacén de los Tedax. Iglesias llegó a este resultado tras comprobar la similitud de la granulación del almidón de ambos restos. Asimismo, el estudio rebate la tesis oficial, que atribuía a una extraña reacción química la aparición de metenamina -un componente ajeno a la Goma 2 ECO- en ambas muestras de dinamita. La ciencia proporciona así una base acusatoria que hace difícilmente comprensible que determinados mandos policiales no fueran enviados «caminito de Jerez», como dijo Gómez Bermúdez. Pero, claro, nadie hablará de esto hoy en el debate.
(11-M) |
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