| Miércoles, 8 de julio de 2009. Año XXI. Número: 7.142. OPINION COMENTARIOS LIBERALES Los papeles del CNI sobre el 11-M FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS LA CORRUPCIÓN generalizada de la casta política y la profunda desilusión que se ha apoderado de los votantes no aparecen en ninguna encuesta, porque nadie pregunta por ellas. No se vota ilusión en las urnas, cierto, pero tampoco trata nadie -en la izquierda y en la derecha- de convencer a los ciudadanos para limpiar la vida pública: de la Policía al Fisco, de la Justicia a las autonomías y los ayuntamientos. Se da por hecha la corrupción de las instituciones, que sobrevive quien mejor se acomoda a paisaje tan ruin, que denunciar el saqueo del erario cuando millón y medio de parados no reciben ya ni un solo euro de ayuda es perder el tiempo, que buscar justicia no es de quijotes sino de idiotas.
El PSOE tiene dinero para montar carrozas en el desfile del Orgullo Gay, pero Griñán congela las ayudas a Cáritas, aunque en Andalucía se han doblado las necesidades de comedores y albergues. Para los Chaves de MATSA hay subvenciones, faltaría más. Para los comedores de beneficencia, no. Prioridad política se llama a esa figura.
Y, sin embargo, nada más prioritario que acabar con la costumbre de despreciar al pobre y escarnecer al contribuyente. Nada urge más que persuadir a los jóvenes de que todo lo que se ensucia puede limpiarse. Pero las esperanzas de cambio en política vienen de la mano de la oposición, no del Gobierno, y del PP de Aznar que encabezaba la oposición a González a éste de Rajoy que debería hacer lo mismo con ZP, la diferencia es abismal.
Una prueba: Aznar dijo que si llegaba a La Moncloa desclasificaría y daría a los jueces los papeles del CESID sobre los GAL. Luego no cumplió su promesa o dejó que los jueces la cumplieran por él, pero existía la promesa y, por ende, la esperanza. Rajoy ni se ha molestado en explicar ante la opinión pública la necesidad de desclasificar los papeles secretos del CNI sobre el 11-M. Que existen, sin duda, porque alguien tuvo que informar al Rey y al Gobierno sobre la monstruosa estafa informativa y la sistemática destrucción de pruebas sobre la masacre.
Saiz ha cultivado más silencio que tomates. Pero Sanz Roldán y los clanes del CNI deberían desclasificar ya los documentos sobre la cuarta trama y las demás tramas delictivas cuya ocultación permitió ascender a Dezcállar. Porque Rajoy, tras la denuncia de las víctimas del 11-M contra Manzano, debe pedir esa desclasificación. Es más importante que lo de Camps. Jueves, 9 de julio de 2009. Año XXI. Número:7.143 EDICIÓN: MADRID OPINION EDITORIAL
El 11-M vuelve a estar en manos de la Justicia
DOS ACCIONES judiciales coincidentes casualmente en el tiempo han resucitado la actuación judicial sobre el 11-M. La primera es la acción civil interpuesta por el comisario Sánchez Manzano contra EL MUNDO, que ha aprovechado esta demanda para presentar nuevos documentos, testimonios y pruebas periciales que corroboran los gravísimos errores cometidos por el antiguo responsable de los Tedax. Nuestro periódico ha tenido acceso a esos documentos de indiscutible interés público hace semanas, y en algunos casos hace meses, pero -por respeto a la función jurisdiccional- decidió no revelar su contenido hasta después de la práctica de la prueba en la vista oral. La segunda de esas acciones judiciales es la interposición de una querella criminal por parte de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M contra Sánchez Manzano por tres presuntos delitos en la investigación de los atentados de Madrid, tal y como anunciaba nuestro periódico el pasado lunes.
El primero de los documentos aportados por EL MUNDO en la vista celebrada ayer es un oficio de la Dirección General de la Policía que hace constar que «el examen y estudio de explosivos corresponde con carácter exclusivo al laboratorio de la Policía Científica». Sánchez Manzano eludió esa obligación en el mayor atentado de la historia a pesar de que, en un periodo de seis años, este laboratorio había analizado 116 muestras de explosivos, según otro informe oficial.
Dos expertos de la Guardia Civil, con un gran historial de servicios, declararon ante la juez que ellos no hubieran dado «el visto bueno» a los análisis realizados el 11-M en el laboratorio de los Tedax. A lo que se suma el testimonio de los peritos Iglesias y Romero, que calificaron de «aberrantes y negligentes» esos análisis.
Además, EL MUNDO aportó al tribunal un dictamen pericial que demuestra que Sánchez Manzano no dijo la verdad al afirmar que el teléfono móvil Trium 110, hallado en la mochila de Vallecas, guardaba en su memoria la fecha y la hora para la que estaba programado. Eso es imposible porque este modelo borra los datos almacenados al agotarse o ser retirada la batería, como así sucedió.
Todo ello refuerza la sospecha de que la investigación policial fue manipulada y orientada para apuntalar una hipótesis preconcebida. Sánchez Manzano pudo ser una pieza clave en esta trama, ya que sus negligencias y falsedades resultan de otro modo inexplicables.
La querella criminal de la Asociación de Ayuda a las Víctimas denuncia siete desapariciones del material recogido por los Tedax en el escenario de los atentados. En concreto, piedras del andén de todas las estaciones, parte de las muestras de Atocha, los vestigios de uno de los focos de la calle Téllez, restos de arena y tierra y otros elementos que no se sabe dónde están.
Tras examinar exhaustivamente la actuación de Sánchez Manzano, los querellantes le acusan de omisión del deber de perseguir delitos por la ocultación de esas pruebas, de encubrimiento por el entorpecimiento de la investigación y de falso testimonio por decir, bajo juramento, que él nunca enviaba restos de explosivos al laboratorio de la Policía Científica y por justificar su referencia a «la nitroglicerina» como una inverosímil alusión genérica a la dinamita.
A estas alturas, queda ya muy claro que Manzano manipuló y obstaculizó la investigación sobre el 11-M. Lo que no sabemos es por qué. Eso es lo que deberían determinar los tribunales si la querella es admitida a trámite y se empieza a indagar sobre la cadena de negligencias y omisiones de las que el comisario es responsable. Jueves, 9 de julio de 2009. Año XXI. Número:7.143 EDICIÓN: MADRID ESPAÑA 11-M / Vuelta al juzgado
La dinamita debió analizarla la Policía Científica Interior confirma que los Tedax tienen que remitir todas las muestras de explosivos
JOAQUÍN MANSO Madrid La competencia exclusiva para el «examen», el «estudio» y el «análisis» de las «muestras de explosivos» que se encuentren tras un atentado terrorista corresponde a la Policía Científica. Lo aclara un documento que ha aportado la Dirección General de la Policía a petición de EL MUNDO. Los Tedax, bajo la responsabilidad de Sánchez Manzano, no enviaron a esa unidad los restos que recogieron en las focos de las explosiones, lo que impidió que se les hiciesen análisis científicos hasta que el presidente del tribunal del 11-M, Javier Gómez Bermúdez, ordenó que se llevasen a cabo. Tres años después del atentado.
El documento de la Policía expone la Circular Interna número 50, «en la que se recoge el protocolo de actuación en caso de atentado terrorista». «En lo referente a la Policía Científica, se especifica que: 'Le corresponde, con carácter exclusivo, el examen, estudio, recogida de cualquier tipo de vestigios, restos, muestras de explosivos, etcétera, recogidos en el lugar de los hechos'», señala. Y matiza aún más: «La competencia del análisis de dichas sustancias [las recogidas tras un atentado] queda en el ámbito de la Policía Científica».
Este periódico presentó también una copia del reglamento de los Tedax, que insiste en que los análisis de los técnicos en desactivación de explosivos darán lugar a «informes técnico-periciales», pero que será el Servicio Central de la Policía Científica el que emita «informes técnico-científicos».
De hecho, la fórmula habitual con la que se desenvuelven los Tedax en un atentado consiste en realizar un primer análisis superficial de los restos que sirve para encaminar las primeras investigaciones policiales, y en remitirlos luego a la Policía Científica para que profundice con técnicas científicas con valor probatorio en un juicio. Y así lo demuestra otro informe remitido por el Ministerio del Interior: la Unidad de Desactivación de Explosivos envió a la Comisaria General de la Policía Científica nada menos que 116 muestras recogidas en atentados desde 2000 hasta octubre de 2006. Esa horquilla abarca casi todo el tiempo que permaneció Sánchez Manzano al frente de los Tedax: fue nombrado en 2002 y destituido por Rubalcaba en diciembre de 2006.
Sin embargo, precisamente tras el mayor atentado de la historia de España, los restos de los focos no se enviaron a la Policía Científica. Y eso que los análisis que llevó a cabo el 11-M la perito químico de los Tedax dieron un resultado casi nulo a efectos de la investigación -«componentes genéricos de la dinamita»- porque, como reconoció el propio ex comisario jefe al juez Del Olmo dos años después, su laboratorio carecía de medios técnicos.
Durante la vista que se celebró ayer, además, Manzano trató de restar valor a que su firma constase al pie de los análisis. Puntualizó que él sólo les dio el «visto bueno». Para que sean validos ante un juzgado, esos informes sobre los explosivos deben ir firmados por, al menos, dos peritos químicos o expertos en esa materia. El ex jefe de los Tedax no lo es, y en su laboratorio sólo había un profesional que lo fuese.
Jueves, 9 de julio de 2009. Año XXI. Número:7.143 EDICIÓN: MADRID ESPAÑA 11-M / Vuelta al juzgado EL MUNDO aporta nuevas pruebas contra Manzano para contestar a su demanda El ex comisario jefe de los Tedax considera lesionado su honor y reclama 300.000 euros. Los documentos y testimonios aportados corroboran las informaciones de este diario JOAQUÍN MANSO Madrid EL MUNDO aportó ayer en un juzgado de Madrid nuevas pruebas para corroborar sus informaciones y opiniones críticas sobre la actuación del ex comisario jefe de los Tedax Juan Jesús Sánchez Manzano en la investigación del 11-M. Se trata de documentos, testimonios y dictámenes periciales presentados durante la primera sesión del juicio por la demanda interpuesta por el ex responsable policial contra este periódico.
Este diario ha tenido acceso a estas pruebas hace semanas, meses en algún caso, pero por respeto a la acción jurisdiccional decidió no revelarlas hasta el momento de su práctica en el juicio oral.
Manzano considera lesionado su honor y reclama 300.000 euros en total al director de EL MUNDO, Pedro J. Ramírez, su vicedirector Casimiro García-Abadillo, el redactor jefe Fernando Múgica y el columnista Federico Jiménez Losantos, y solidariamente a UNIDAD EDITORIAL.
Las principales novedades se contienen en un informe de la Dirección General de la Policía que especifica que es la Policía Científica, y no los Tedax, la que tiene la competencia exclusiva para «el examen y estudio de las muestras de explosivos» que se recojan tras un atentado; en un oficio de Interior que detalla que los Tedax hicieron 116 veces entre 2000 y 2006 lo que no hicieron, precisamente, el 11-M: enviar a la Policía Científica muestras de explosivos; y en un dictamen pericial que acredita que el teléfono que se encontró en la mochila de Vallecas pierde la fecha y la hora si se le retira la batería, por lo que deviene imposible la información que sobre este extremo proporcionó Manzano al juez Juan del Olmo.
Ayer también testificaron dos ex tedax de la Guardia Civil y dos químicos que participaron en el análisis de los explosivos. Antes lo habían hecho dos periodistas de EL MUNDO. La abogada de Manzano les inquirió sobre las informaciones que revelaron que el ex jefe de los Tedax había aportado a Del Olmo el dato falso de que la metenamina que apareció en el análisis de la dinamita encontrada en la Kangoo era un componente básico de la Goma 2 Eco y sobre su conocimiento del protocolo que obligaría a los Tedax a remitir las muestras de explosivo a la Policía Científica. También preguntó sobre el proceso de toma de decisiones de la Mesa de Redacción.
Los dos 'tedax'
Durante la vista declararon dos guardias civiles con décadas de servicio en los 'tedax'.
L. A. M. y L. M. B. explicaron que ellos nunca hubiesen dado su visto bueno a un análisis como el que firmó Manzano el 11-M y luego remitió a Del Olmo, en el que no se detallaban los componentes de la dinamita encontrada.
Dijeron que esa omisión impidió decidir sobre las líneas de investigación y que nunca, en toda su experiencia, habían visto un informe así.
Jueves, 9 de julio de 2009. Año XXI. Número:7.143 EDICIÓN: MADRID ESPAÑA 11-M / Vuelta al juzgado Un dictamen sostiene que el ex jefe de los Tedax dio al juez un dato imposible Declaró que el móvil de la mochila de Vallecas tenía «la hora real» cuando lo encendió JOAQUÍN MANSO Madrid
EL MUNDO presentó ayer en el Juzgado de Primera Instancia número 56 de Madrid, donde se celebra el juicio por la demanda del ex comisario jefe de los Tedax Juan Jesús Sánchez Manzano contra este diario, un dictamen pericial firmado por un ingeniero del ICAI que concluye que el teléfono Mitsubishi Electric Trium 110 que el tedax Pedro sacó de la mochila de Vallecas en la madrugada del 12 de marzo de 2004 pierde inevitablemente la fecha y la hora si se le extrae la batería. Este resultado es incompatible con el informe que Manzano aportó al juez instructor del 11-M en noviembre de 2005, como publicó este periódico en su día.
Manzano detallaba al juez que, «cuando se procedió al estudio del teléfono, su hora coincidía con la real y tenía activadas las funciones de alarma (7.40) y vibrador». Este dato fue recogido por Del Olmo en sus autos y por la fiscal Olga Sánchez en su escrito final de acusación.
Sin embargo, el tedax Pedro declaró en el juicio del 11-M que «el teléfono estaba apagado» y que, cuando desactivó la mochila bomba, se trasladó al complejo de la Policía Científica en el barrio madrileño de Canillas. «Una vez allí, el teléfono se desmonta, se quita la tarjeta [...]», dijo.
Para extraer la tarjeta SIM, es inevitable haber sacado previamente la batería. Según el dictamen aportado por este periódico, al que acompaña un minucioso vídeo explicativo del procedimiento llevado a cabo por el ingeniero, en ese momento se pierden la hora y la fecha. Por tanto, cuando los Tedax volvieron a encender el terminal -con una nueva tarjeta SIM-, el Trium 110 no podía mostrar, en ningún caso, la «hora real».
Fuentes policiales confirman que, si los Tedax hubiesen encendido el móvil con la tarjeta SIM original que habían dejado los terroristas -la que luego precipitó la detención de Jamal Zougam-, hubiese desaparecido de su memoria el dato de la BTS -repetidor- en la que se encendió por primera vez el teléfono. Precisamente para conservar esa información, que ayudó a encontrar la casa de Morata de Tajuña donde se montaron las bombas, se decidió sacar la tarjeta antes de activar el teléfono.
El ingeniero llevó a cabo el proceso con un Trium 110 de color plateado, azul y gris oscuro, con la batería cargada y una tarjeta de la compañía Movistar. Una vez comprobados que todos estos extremos funcionaban de manera correcta y eran adecuados para la realización del dictamen, el técnico encendió el terminal e introdujo el código secreto (PIN). Después, efectuó una llamada, almacenó en la guía dos números y programó el despertador para comprobar que todo iba bien.
A continuación, configuró la hora y la fecha. Al azar, fijó las 11.11 horas del 11 de noviembre de 2011, y comprobó en la pantalla que el teléfono había quedado configurado correctamente. Ese día será viernes.
El ingeniero apagó entonces el terminal y extrajo la batería y la tarjeta SIM Movistar, que sustituyó por otra de la compañía Orange. Realizadas de nuevo las mismas comprobaciones, encendió el móvil. Y cuando se iluminó la pantalla, «el teléfono ha perdido la fecha establecida con anterioridad [...]. Se comprueba que la fecha por defecto propuesta por el teléfono es 01/01/2001 [...]. El teléfono también ha perdido la hora. El teléfono muestra la pantalla de espera con 00.00 Lun 01».
Además, el perito incluye en sus conclusiones un extracto de las instrucciones del Trium 110 en el que ya se advierte de que eso ocurriría.
Jueves, 9 de julio de 2009. Año XXI. Número:7.143 EDICIÓN: MADRID ESPAÑA 11-M / Vuelta al juzgado Los análisis del 11-M fueron «aberrantes» y «negligentes»
JOAQUÍN MANSO Madrid
Los peritos químicos independientes Antonio Iglesias y Carlos Romero Batallán, que participaron en los análisis de los explosivos ordenados por el tribunal del 11-M, declararon que los análisis realizados por la perito de los Tedax a las pocas horas de los atentados fueron «aberrantes» y «negligentes» por no especificar los «componentes genéricos» de la dinamita encontrada.
Los dos expertos fueron citados para refutar la tesis de Manzano de que los resultados de la pericia llevada a cabo tres años después de la matanza le dan la razón, porque sus resultados coincidirían en lo esencial con los análisis que él firmó el 11-M.
Iglesias y Romero señalaron que la actuación de la perito de los Tedax incumplió los protocolos básicos científicos al no redactar el informe analítico indicando los componentes y desechar la disolución con que se habían lavado las muestras, con el agravante de que los restos de las explosiones eran de ínfimo tamaño y no existía la posibilidad de obtener otras que no hubiesen sido lavadas. Jueves, 9 de julio de 2009. Año XXI. Número:7.143 EDICIÓN: MADRID ESPAÑA 11-M / Vuelta a los juzgados Las siete 'desapariciones' de Manzano La Asociación de Ayuda del 11-M presenta la querella contra el comisario
MANUEL MARRACO Madrid
La omisión del deber de perseguir delitos, el encubrimiento por ocultación de pruebas y el falso testimonio supuestamente cometidos por el jefe de los Tedax en el 11-M llevan desde ayer el sello de entrada en los juzgados de instrucción de Madrid.
La querella presentada por la Asociación de Ayuda a Víctimas del 11-M contra el comisario Juan Jesús Sánchez Manzano y la perito química bajo su mando mantiene que la actuación de ambos «entorpeció» la investigación de la masacre y «ayudó de un modo eficaz a parte de sus autores»; además de forzar al tribunal que juzgó la masacre a estampar esta frase en su sentencia: «No se sabe con absoluta certeza la marca de la dinamita que explotó en los trenes».
El escrito de la asociación presidida por Ángeles Domínguez repasa la recogida de muestras relatada por los agentes Tedax en el juicio y la compara con lo que llegó a manos de los peritos oficiales designados por el tribunal. El resultado son siete desapariciones de las que responsabilizan a Manzano y la perito:
«1. En general, han desaparecido las piedras del andén, así como los algodones con agua y acetona que -según el inspector jefe con carnet profesional 28296- se recogieron en todos los trenes.
2. Las muestras que se han conservado de la estación de Atocha son sorprendentemente exiguas para la magnitud de los hechos (del foco número 1, por ejemplo, sólo se han conservado tres tornillos).
3. Han desaparecido todos los vestigios de uno de los focos de la calle de Téllez.
4. Del foco número 3 de Téllez han desaparecido todos los vestigios, a excepción de un mísero clavo.
5. Han desaparecido las muestras de arena, tierra, algodón, agua y acetona que el oficial Tedax con carnet 35.690 aseguró haber recogido en el tren de Téllez.
6. Han desaparecido las muestras de tierra que se tomaron del cráter de la explosión controlada de El Pozo, según aparece en la fotografía del folio 53.835 del tomo 145 del sumario del 11-M.
7. Han desaparecido las muestras de telas, material aislante y tierras que la perito 17.632 aseguró haber recibido en su laboratorio y analizado el día 11 de marzo por la mañana».
De haber contado con todo el material desde el principio, dice la querella, la Policía Científica habría podido analizarlo y detectar sustancias ajenas a la Goma 2 ECO supuestamente empleada, lo que hubiera permitido abrir nuevas vías de investigación. «Los querellados, con su labor de entorpecimiento de la investigación sobre los explosivos del 11-M, ayudaron de un modo eficaz a parte de sus autores (y, concretamente, a los que proporcionaron dinamita Titadyn para su comisión), impidiendo que ya desde marzo de 2004 se pudieran abrir las líneas de investigación pertinentes», afirma la querella. «Esa labor», añade, «continúa a día de hoy», ya que siguen sin aparecer los «kilos y kilos» de vestigios que una docena de tedax aseguraron ante el tribunal que habían recogido en los 12 focos de la masacre. La Asociación de Ayuda pide al juzgado que, tras admitir a trámite la querella, cite a declarar a varios de esos tedax.
Ésa y otras diligencias reclamadas por el letrado José María de Pablo buscan dar por probado que, en una primera fase, los querellados ocultaron a la Policía Científica los vestigios de las explosiones; que posteriormente hicieron desaparecer la inmensa mayoría de los vestigios y que, finalmente, faltaron a la verdad ante el tribunal del 11-M cuando intentaron justificar su actuación.
Visita previa a la Audiencia Nacional
Las 'desapariciones' llegadas ayer a los juzgados de Plaza de Castilla ya constan en la Audiencia Nacional. El pasado mes de marzo, en nombre de Gabriel Moris, víctima del 11-M y perito del tribunal, la abogada Manuela Rubio pidió la reapertura del sumario basándose en declaraciones de los 'Tedax' y elementos como la fotografía aquí reproducida, que demuestra la recogida de unos restos que nunca llegaron al juez. Sin dar nombres, también pidió al juez Eloy Velasco que buscara al responsable de la desaparición de tantos vestigios.
Jueves, 9 de julio de 2009. Año XXI. Número:7.143 EDICIÓN: MADRID ESPAÑA 11-M / Vuelta a los juzgados La fiscal recurre la sentencia que liberó a 10 islamistas La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha propuesto a la del Tribunal Supremo recurrir la sentencia por la llamada 'operación Tigris', que se saldó con la absolución de 10 de los 14 acusados de ayudar a huir a algunos autores del 11-M, al entender que el tribunal no valoró toda la prueba expuesta en el juicio. En un informe remitido a la Fiscalía del Supremo al que ha tenido acceso Efe, la fiscal de la Audiencia Nacional Dolores Delgado cree que cabe recurrir en casación esta sentencia de la Sección Segunda de lo Penal, notificada el 12 de mayo, porque no está suficientemente «motivada» y adolece, por tanto, de «fallo corto o incongruencia omisiva».
Según la fiscal, el tribunal, que motivó su decisión de absolver a la mayor parte de los acusados en la ilegalidad de la intervención de correos electrónicos, y que reprochó a Delgado no haber «aportado pruebas relevantes», sino «meras afirmaciones, no ha tenido en cuenta la calificación alternativa de colaboración con organización terrorista que propuso para los acusados Bilal el Siti, Mustafá Mohamed Abdeselam y Abdelmalik Abselam Amak.
En el domicilio de los tres se hallaron armas, municiones, pasamontañas, grilletes y una cinta magnetofónica en la que se escuchan frases como «Oriente y Occidente tienen que saber que somos terroristas y que damos miedo, y hay que hacerles cualquier cosa que asuste. El terrorismo es un deber en la religión de Dios».
Todos estos elementos, prosigue la fiscal, «permitían cuanto menos establecer una calificación de colaboración al concretarse en la ocultación de armas y la comunión con 'yihadistas'».
«Lejos siquiera de analizar ese material probatorio desde la perspectiva de la colaboración terrorista, la Sala se limita a afirmar en los hechos probados que: 'No consta que los referidos formaran parte de ninguna organización'» terrorista y «guarda absoluto silencio sobre la alternativa jurídica de colaboración», lamenta Delgado.
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