Viernes, 18 de septiembre de 2009. Año XXI. Número: 7.214 EDICIÓN: MADRID
OPINION
COMENTARIOS LIBERALES
El 11-M y el Partido Popular
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
Lo que posiblemente se ha roto con esta sentencia -que no es, repito, más que el triunfo del sentido común y de
Todavía seguían ayer casi todos negando, minusvalorando u ocultando a sus lectores y oyentes esta asunción por
Especial responsabilidad tiene Gallardón, alcalde del solar de la masacre y que ayer, Cobo mediante, dijo que acatarán todo lo que diga
Viernes, 18 de septiembre de 2009. Año XXI. Número: 7.214 EDICIÓN: MADRID
OPINION
TRIBUNA / DERECHO
¿Hasta cuándo, señor fiscal?
El autor considera alarmante el desprestigio en el que lleva muchos años sumido el Ministerio Fiscal. Defiende la actuación de periodistas como Antonio Rubio y cree que es una aberración su persecución judicial
JAVIER GÓMEZ DE LIAÑO
HASTA cuándo los temores de parcialidad del Ministerio Fiscal? ¿Por qué esa sospecha permanente de que la fiscalía es utilizada por el Gobierno de turno para beneficio propio y perjuicio del adversario? ¿Hasta qué límite llegará, en la indolencia, el desenfrenado galope del descrédito? ¿Es que no nos impresiona que los buenos ciudadanos piensen que los fiscales están al servicio del poder político? ¿Acaso no hay forma de poner fin a las maquinaciones de algunos fiscales? Sin ir más lejos, esta misma semana se ha tachado de arbitraria la decisión de la fiscalía de Madrid de acusar al periodista y subdirector de este periódico, Antonio Rubio, de haber cometido un delito de revelación de secretos y solicitar para él una pena de tres años de prisión e inhabilitación profesional.
Que el Ministerio Fiscal lleva años sumido en un bache de desprestigio, eso lo reconoce la mayoría del procomún. La culpa, sin duda, es de quienes tercamente están empeñados en barrer todo lo que signifique independencia para
El 27 de junio de 2004, Juan Fernando López Aguilar, recién nombrado ministro de Justicia, declaró: «Queremos un fiscal sobre el que no gravite ninguna sospecha de ser correa de transmisión del Gobierno en la persecución de sus adversarios políticos ni en la búsqueda de impunidad para sus amigos (
)». Y añadió: «(
) Un primer paso es colocar al frente de la fiscalía del Estado a una personalidad con autoridad y acreditada independencia (
)». El fiscal general elegido fue Cándido Conde-Pumpido, quien, en su primera comparecencia pública, dijo que su «obligación» era «equilibrar una carrera que se había escorado en una determinada dirección». Así parece que ha sido.
¿Es éste el prototipo de fiscal que algunos quieren que siga imperando? ¿Es el ascenso de los allegados y partidarios la fórmula mágica para elevar el nivel de credibilidad del Ministerio Público? ¿Se trata no más que de perpetuar la estrategia de tener de la mano a los fiscales, como lleva aconteciendo desde tiempos inmemoriales? No es fácil fiarse de un cuerpo de funcionarios en que la promoción profesional va ligada a las simpatías con el Gobierno o a la militancia en la asociación afín a la ideología dominante.
Desde luego, éste no es el modelo de fiscal independiente que quiere nuestra Constitución. Todo lo contrario. En ella, el Ministerio Fiscal figura como una pieza clave para la construcción del Estado de Derecho. Defensor de la legalidad, depositario de la acción pública para la persecución de los delitos y garante de los derechos fundamentales de las personas, los criterios que se le señalan para el ejercicio de esas funciones afectan muy directamente al nivel de libertad y seguridad jurídica de los ciudadanos. El enunciado constitucional es categórico. Al ejercer sus funciones por medio de órganos propios y sujeto «en todo caso» a los principios de legalidad e imparcialidad, es evidente que el fiscal debe estar exento de todo influjo extraño o partidista y sometido sólo al mandato de la ley. El artículo 124 de
«En que el fiscal actúe sólo cuando la ley se lo impone y tal como la ley lo impone, o sea, conforme al principio de legalidad, a que lo haga por criterios pragmáticos o de conveniencia política, o sea, por el principio de oportunidad, está la diferencia entre constituir una garantía para los ciudadanos a ser un elemento de distorsión de la legalidad democrática». Estas muy sensatas y certeras palabras las escribió hace 30 años Cándido Conde-Pumpido Ferreiro, a la sazón teniente fiscal del Tribunal Supremo, un jurista de gran prestigio y padre del actual fiscal general del Estado. No confundamos. El fiscal es un eficaz medio de realización de la legalidad, no el tutor de los intereses del partido en el poder.
Un fiscal, empezando por el fiscal general del Estado, debe girar en la órbita de la imparcialidad y ser esclavo sólo de la ley. Esto desgraciadamente no ha sido así. La historia nos ofrece demasiados casos como el de aquel fiscal que llegó a ser ministro de Justicia y que presumía, públicamente, de ser apóstol de una ideología política; ejemplos todos que están muy lejos de la idea que Platón expone en Las leyes cuando sentencia que «la acusación pública vela por los ciudadanos: ella actúa y éstos están tranquilos».
No pocas han sido las veces que he defendido encomendar a los fiscales la investigación penal y, de este modo, liberar a los jueces de un trabajo que no es completamente, ni en sentido estricto, jurisdiccional. Pero en las mismas ocasiones también he señalado que tal reforma procesal no puede llevarse a cabo sin modificar la estructura del Ministerio Fiscal. La actual configuración de la institución sitúa al fiscal en un permanente riesgo de perder la imparcialidad típica del juez. Con las cosas que se ven, o pueden verse, no hace falta ser un lince para dibujar el oscuro panorama de la instauración del fiscal instructor. Hoy, por hoy, la búsqueda del fiscal imparcial es tarea tan ardua y su hallazgo, cuando menos, un objetivo que queda demasiado lejos para quienes tenemos bastante edad.
Ya en lo concreto, vista la acusación del fiscal que intenta poner en fuera de juego al periodista Antonio Rubio, me permito anticipar que en mi cabeza el único sentimiento que cabe es la perplejidad. Aparte de que la primera señal de que
NO ME CABE duda de que los ciudadanos desean respetar a sus fiscales. Que un fiscal acuse a un periodista por informar de algo que es verdad y merece ser publicado, es muy alarmante señal de desviado celo. El señor fiscal de este asunto y sus superiores jerárquicos -si es que han dado instrucciones al inferior o visado el escrito de acusación- han hecho mal uso de las facultades que les atribuyen sus nobles cargos, en detrimento del derecho de un periodista y de las inabdicables normas de conducta que le son exigibles. La viñeta de Ricardo, publicada el martes pasado y dedicada a Antonio Rubio, en la que puede verse a un fiscal con un lanzagranadas al hombro y apuntando al logotipo de EL MUNDO, es estremecedora. Produce espanto pensar que en España los fiscales puedan conducirse por fobias y filias.
Me hablan de la pasión por el Derecho del periodista Antonio Rubio y de su confianza, casi ciega, en
Otrosí digo: la sentencia pronunciada por el Juzgado de Primera Instancia número 53 de Madrid que desestima la demanda interpuesta por el policía Sánchez Manzano contra el director de este periódico y tres periodistas más por la información publicada en relación al atentado del 11-M, me trae a la memoria las palabras que Pedro J. pronunció el 28 de noviembre de 2002 con ocasión de la entrega de los Premios Internacionales de Periodismo Julio Fuentes y José Luis López de
Javier Gómez de Liaño es abogado y magistrado excedente.
Viernes, 18 de septiembre de 2009. Año XXI. Número: 7.214 EDICIÓN: MADRID
OPINION
IMPRESIONES / Mal horizonte para Manzano
Hasta los policías le dan la espalda
TRAS
Viernes, 18 de septiembre de 2009. Año XXI. Número: 7.214 EDICIÓN: MADRID
ESPAÑA
El sindicato de Manzano dice que sus jefes 'le han dejado tirado'
Otras tres centrales recuerdan que pidieron su destitución cuando dirigía los Tedax
FERNANDO LÁZARO
Madrid
Lo tienen claro. Desde las filas del sindicato al que pertenece el comisario Juan Jesús Sánchez Manzano se denuncia que el que fuera jefe de los Tedax ha sido abandonado por sus superiores. «Le han dejado tirado». El Sindicato Profesional de Policía, por boca de su máximo responsable, José Ángel Fuentes Gago, considera que, cuando Manzano investigó el 11-M, fue respaldado por sus mandos, pero que ahora sólo hay silencio.
El SPP defiende la profesionalidad de Manzano. Fuentes Gago aseguró ayer a este periódico que le parecía «tremendamente injusto lo que le ha pasado a Manzano». En su opinión, el que fuera responsable de los Tedax cuando se produjeron los atentados del 11-M «cumplió, acertada o equivocadamente, con su trabajo, y su labor contó con el respaldo implícito de todos sus superiores».
De hecho, Gago recordó que cuando arreciaron las críticas hacia la gestión de Sánchez Manzano por su actuación en las investigaciones sobre la masacre, él mismo pidió a sus superiores que investigaran su actuación, que abrieran un procedimiento interno sobre las órdenes y actuaciones de la unidad que él mandaba tras la masacre de Madrid para que se comprobara que no había incurrido en ninguna irregularidad. «Y esa investigación no fue ordenada. En ese momento, Sánchez Manzano contó con el respaldo implícito de todos sus superiores; de hecho, no fue destituido en su cargo sino confirmado por el Ministerio del Interior». Gago sitúa esta circunstancia alrededor de marzo de 2006. Ahora, según el máximo responsable del SPP, sus superiores «le han dejado tirado». Adelantó que Sánchez Manzano tiene intención de recurrir la sentencia.
El trabajo de Manzano durante el 11-M fue duramente criticado por agentes de los Tedax en el sumario que se sigue contra este comisario. Incluso el pasado miércoles, un mando de este cuerpo declaró ante el juez que Sánchez Manzano mandó destruir restos de los focos del 11-M que sólo pueden ser eliminados por orden judicial.
En declaraciones a EL MUNDO, el secretario general de esta formación, Ignacio López, aseguró: «Afortunadamente, las Unidades del Cuerpo Nacional de Policía son mucho más que los responsables que las dirigen y, especialmente, en el caso de este comisario, el prestigio y profesionalidad de los Tedax está por encima de esta persona que, no lo debemos olvidar, ha sido ampliamente cuestionado por policías de todas las escalas destinados allí».
«Creemos en la necesidad de que los jueces vayan hasta las últimas consecuencias en la investigación de cualquier fleco no resuelto de este atentado», añadió.
Por su parte, el secretario general del Sindicato Unificado de
Viernes, 18 de septiembre de 2009. Año XXI. Número: 7.214 EDICIÓN: MADRID
ESPAÑA
Manjón se fía de su «buena fe»
Pilar Manjón, presidenta de
EL MUNDO
Sábado, 19 de septiembre de 2009. Año XXI. Número: 7.215.
OPINION
¿Y si Manzano se llamase Pepe?
ISABEL SAN SEBASTIÁN
SI MANZANO se llamase Pepe podría apellidarse Amedo. Es un suponer. Un ejercicio de especulación en una mañana otoñal propicia a la imaginación. Un mero juego.
Si Manzano se llamase Pepe y se apellidase Amedo, no estaríamos hablando de cómo destruyó pruebas decisivas para el esclarecimiento del atentado más brutal de nuestra Historia, sino de los mercenarios que contrató y pagó con fondos reservados para que hicieran trabajos sucios por cuenta del Gobierno. De un Gobierno socialista, por cierto, igual que el de Zapatero. No denunciaríamos los informes embusteros que redactó sobre el teléfono hallado en una mochila presentada como pieza clave de una investigación plagada de irregularidades, sino que desmenuzaríamos los gastos de casino cargados a una tarjeta de crédito nutrida con fondos reservados. No trataríamos de averiguar por qué pareció esforzarse en que fuese imposible determinar la naturaleza del explosivo empleado en la masacre del 11-M, sino cómo se las arregló para urdir un secuestro por cuenta del Ministerio del Interior y, añadiendo la chapuza a la ignominia, equivocarse de víctima.
Si Manzano se llamase Pepe y se apellidase Amedo, sería procesado por
Si Manzano se llamara Pepe y se apellidara Amedo, decidiría un día hablar. Contar todo lo que supiese. Revelar lo callado hasta entonces y desvelar los nombres de quienes le ordenaron actuar como lo hizo. Despejar de una vez por todas la famosa X. En tal caso más de uno se sorprendería y tendría que admitir que la constancia en la búsqueda de la verdad no sólo no es un síntoma de paranoia ni una obsesión conspirativa, sino un requisito indispensable para el ejercicio del periodismo. Del periodismo honesto, claro, no del que practican algunos.
Pero Manzano se llama Juan Jesús y acaba de sentarse en el banquillo. Se le presume la inocencia y se mantiene callado De momento.
Sábado, 19 de septiembre de 2009. Año XXI. Número: 7.215.
OPINION
IMPRESIONES / Su superior le desautoriza
Se estrecha el cerco sobre Manzano
Sábado, 19 de septiembre de 2009. Año XXI. Número: 7.215.
ESPAÑA
El jefe de Manzano el 11-M ve insólito que destruyera pruebas
El ex 'número 2' de
MANUEL MARRACO
Madrid
El número dos de
Sus palabras se suman a las del jefe de los Tedax de Madrid y suponen una nueva desautorización a lo declarado por el ex jefe de los Tedax Juan Jesús Sánchez Manzano, interrogado el pasado martes como imputado por una querella de
Como ejemplo de sus palabras, Díaz Pintado explicó que días después de los atentados le informaron de que Renfe estaba preguntando qué hacía con los vagones afectados por las explosiones, y que le resultaba un problema su conservación. La respuesta de Díaz Pintado fue que se trataba de pruebas del delito y que, por tanto, debía ser el juez quien decidiese si se podían destruir. Otra cosa sería insólita. Pese a sus palabras, lo cierto que es que los trenes se destruyeron sin que -al igual que las muestras recogidas- en el sumario del 11-M conste la autorización judicial para ello.
El abogado de las víctimas, José María de Pablo, también le interrogó sobre qué laboratorio -el de los Tedax o el de
A preguntas de la juez, Coro Cillar, Díaz Pintado también repasó otros episodios del 11-M. Entre ellos, la llamada que horas después de los atentados le hizo el superior de Manzano, Santiago Cuadro Jaén, para informarle sobre los explosivos. Insistió en que el comisario general de Seguridad Ciudadana le dijo que los análisis indicaban que había estallado Titadyn con cordón detonante, que tenía testigos de ello y que llegó a anotarlo en ese momento. El dato, desmentido después por Cuadro Jaén, señalaba directamente a ETA.
El siguiente testigo en comparecer fue el experto de
En cuanto a la obligación de esa remisión de muestras, al igual que Díaz Pintado, declaró que no sabía si lo imponía una norma, pero era lo que se hacía y por eso preparó el laboratorio.
Escribano también rebatió la versión de Manzano de que nunca se enviaban restos explosionados a
En las próximas semanas, la juez también tomará declaración como testigos a tres miembros de los Tedax que estuvieron en los focos del atentado y dos de los peritos del tribunal del 11-M que participaron en el análisis final de los restos.
Sábado, 19 de septiembre de 2009. Año XXI. Número: 7.215.
OPINION
LAS CUATRO ESQUINAS
El revolcón judicial a Sánchez Manzano permite avanzar en la verdad del 11-M. Aunque para varapalo, el de Prisa por
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
Varapalo judicial al comisario
Manzano, el destructor casi destruido
La foto de Alberto di Lolli, aunque tomada en julio pasado, parece una profecía de futuro. El jefe de los Tedax eludió comparecer ante el juez este verano porque se encontraba de crucero, pero cuando ha tenido finalmente que dar cuenta de su actuación con las pruebas de la masacre en los trenes del 11-M ha debido reconocer tal cúmulo de irregularidades, ilegalidades y atropellos a
En el colmo de la fatuidad, como si de un Gallardón cualquiera se tratase, el ex jefe de los Tedax pretendió que el director y tres periodistas de EL MUNDO -Casimiro, Fernando Múgica y yo- fuéramos condenados por vulnerar nada menos que su derecho al honor. Y el resultado ha sido exactamente el contrario del que buscaba.
La juez ha declarado indiscutiblemente veraces y meritorias las investigaciones de nuestro periódico y ha defendido el derecho a opinar y a criticar irregularidades tan graves como las de Sánchez Manzano, destructor de pruebas. Aún no se parece a Amedo, pero también ha tenido superiores.
Fracasa la coacción de Cebrián
Prisa pierde la batalla y la guerra de
En 17 de septiembre de 2009, cautivo y arruinado el ejército prisaico, las tropas mediáticas de Rodríguez Zapatero han conseguido sus últimos objetivos empresariales.
Tras la aprobación esta semana del decreto ley del Gobierno con el auxilio de los nacionalistas catalanes, la guerra de
El único abogado político que le queda es Mariano Rajoy, pero con tan feroces legionarios no es fácil que Lépidus Cebrianus gane la guerra civil de la izquierda mediática. La duda es si se rendirán ante Mediapro para implorar el perdón de Zapatero o seguirán atizándole en sus editoriales, a ver si alguien los lee. Lo malo es que no hay quien se los crea.
Hundimiento de la enseñanza
Gabilondo o la educación del 'botellón'
Uno de los vídeos más difundidos por internet en las últimas semanas es el de unos alumnos -gentuza matriculada, para ser precisos- bajándole los pantalones al profesor -es decir, a la víctima propiciatoria de esa gentuza-. Es tan evidente que el hundimiento de la enseñanza en España, sobre todo la pública, es inseparable de la pérdida de autoridad del profesor en las aulas y de la infección de pedagogos progres que han amparado esa plaga que ni siquiera el PSOE de Madrid se ha atrevido a votar en contra de la propuesta de Esperanza Aguirre de elevar a los profesores al rango de autoridad pública, de forma que agredirlos sea delito grave y no leve falta que las autoridades no persiguen y los huidizos inspectores disimulan.
Hasta el Rey, que el año pasado respaldó con su presencia el comienzo de curso en Baleares, donde se perpetra la inmersión lingüística más atroz, ha pedido que se refuerce la autoridad del profesor. El único que no está por la labor es el ministro de Educación, Ángel Gabilondo. No es de extrañar: ganó sus últimas elecciones a rector facilitando el botellón a sus alumnos.
Cospedal 'olvida' su denuncia
¡Qué cosas tiene el acoso; ayer café, hoy ni poso!
En Córdoba y ante sus mesnadas municipales,
Lo malo del digoDiego cospedalino es que mata la denuncia por falta de evidencia, pese a que hay casos como el espionaje al vicepresidente de Madrid, Ignacio González, que está archidemostrado y hasta identificada la agencia de detectives que cumplía tan deshonroso encargo. Pero en Génova, 13 sólo se preocupan de la tribu de Génova,
__._,_.___
1 comentario:
Jiménez Losantos, buen articulista.
Publicar un comentario