La asociación Vecinos de Paz, del municipio de Berriozar, han solicitado a la alcaldesa de Etxarri Aranatz (Navarra), Maider Goñi Errazkin, de Aralar, el nombramiento de Jesús Ulayar Eliciaga como Hijo Predilecto de la Villa.
Ulayar fue asesinado por ETA en 1979.
Diecisiete años después, en 1996, su asesino, Vicente Nazábal, fue nombrado Hijo Predilecto de Etxarri al salir de la cárcel. Actualmente, Nazábal trabaja como abogado en el despacho jurídico de Patxi Zabaleta, portavoz de Aralar.
La asociación cívica Vecinos de Paz pide a la alcaldesa que le revoque la condición de Hijo Predilecto.
Usted puede adherirse a la iniciativa, comunicándolo a través de la siguiente dirección de correo electrónico:
LA AVT CONVOCA A TODOS LOS CIUDADANOS A UN GRAN ACTO DE LA REBELIÓN CÍVICA EL 24 DE NOVIEMBRE
Madrid, 16 de octubre de 2007.- La Junta Directiva de la Asociación Víctimas del Terrorismo ha decido convocar una gran concentración en Madrid debido a la estrategia fraudulenta que sigue mostrando el Gobierno en su política antiterrorista. Tras el pleno celebrado hoy en el Congreso de los Diputados y los acontecimientos ocurridos antes, durante, y después del falso "alto el fuego permanente" anunciado por ETA, es evidente que el Ejecutivo no está poniendo todos los medios que tiene a su alcance para derrotar a la banda terrorista.
Los atentados perpetrados por la banda terrorista durante los últimos años y las recientes declaraciones de José Luis Rodríguez Zapatero, en las que ha asegurado que no descarta volver a negociar con los asesinos, son una muestra clara de lo expresado anteriormente.
Por este motivo, las principales exigencias de la AVT al Gobierno en esta nueva convocatoria son las siguientes:
Primera: Instar a la ilegalización de ANV y el PCTV. Y disolver de manera inmediata los ayuntamientos en los que gobierna ANV. Estos dos partidos siguen sin condenar los atentados de ETA.
Las víctimas consideramos indignante que los representantes políticos de los terroristas estén en las instituciones porque supone, entre otras cosas, una traición y un insulto para aquellos que han sido asesinados y heridos por defender la libertad y la democracia en España. El Gobierno ya cometió el gravísimo error de permitir la presencia de ANV en las últimas elecciones municipales y, como mínimo, debería tener presente la Ley de Partidos y rectificar su postura. Además, hay que tener en cuenta que la presencia de estos dos partidos en los ayuntamientos y el Parlamento vasco supone un claro riesgo para la seguridad de los españoles.
Segunda: Retirar la resolución aprobada en el Congreso de los Diputados que habilita al Gobierno a dialogar con ETA y recuperar el Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo.
El Gobierno socialista no cumplió dicha resolución porque negoció antes y después de ésta sin que ETA dejara las armas, incluso con atentados, muertos y heridos. La actitud del Ejecutivo ha sido una traición en toda regla a las víctimas y a todos los españoles. Además, es necesario retirarla porque a ETA se la vence, no se la convence. El Ejecutivo debe ser valiente y volver al Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo, que situó a la banda terrorista contra las cuerdas.
El lema de esta convocatoria es "Por un futuro en libertad. Juntos, derrotemos a ETA". La sociedad española tiene el derecho y la necesidad de vivir en libertad. Y es obligación y responsabilidad del Gobierno garantizar las medidas necesarias para derrotar a quienes nos coaccionan y chantajean mediante el asesinato, la extorsión y la actividad terrorista.
La concentración se celebrará el sábado 24 de noviembre en la madrileña plaza de Colón y dará comienzo a las cinco de la tarde. La AVT pide que todos los ciudadanos de bien, las víctimas, los colectivos y organizaciones ciudadanas, hagan suyo este nuevo acto de la REBELIÓN CÍVICA, la fomenten y difundan.
El ex presidente del Gobierno José María Aznar considera que aquellos que "buscan vencer al terrorismo lo vencen" pero quienes "defienden la negociación con los terroristas piensan en el fondo que no se les puede vencer y que, por tanto, se puede llegar a un acuerdo con ellos" para "apaciguarles" y "contenerles" (...)
Óscar Espinosa Martínez, presidente de Universitarios Liberal Demócratas de Cataluña
22/10/2007
Si no fuera porque la línea ideológica del señor Don Jordi Pujol i Soley se ha mantenido invariable durante los años, pensaría sinceramente que algunas de las afirmaciones que realizó el pasado lunes en la Universidad Pompeu Fabra fueron debidas a un trastorno consecuencia de la vejez: porque no es normal que una persona en sus cabales defienda determinados planteamientos en sede universitaria sin perder la compostura y sin que se le escape la risa.
El aula era la 40.252 y la asignatura "Polítiques d'ensenyament" (de la que estoy matriculado), que se imparte en la carrera de Ciencias Políticas. El señor Pujol llegó con 10 minutos de retraso (vista su posterior intervención debería predicar con el ejemplo) y, tras ser agasajado y peloteado por el profesor de la asignatura en la presentación de la charla, comenzó con la exposición. Esperaba que siguiera más o menos una línea a lo Sarkozy, y así fue: se habían de fomentar valores tales como el esfuerzo, la autoridad, la jerarquía, la disciplina en contraposición al modelo educativo que se está impulsando hoy día desde los diferentes gobiernos socialistas (que, en mi modesta opinión, legalizan el fracaso escolar). Hasta aquí nada demasiado extraño, pero hubo un momento en el que comenzó a perder el norte: apostó por una mayor implicación de la familia en la educación, pero lo hizo amparándose en Saramago; defendió el papel de las escuelas concertadas, pero lo hizo poniendo a Gerhard Schröder como ejemplo. La cosa fue degenerando progresivamente hasta llegar al punto álgido de su intervención (sic) - "Si des de l'escola no aconseguim reforçar la cohesió, Catalunya es desfà. Siguem menys savis però més cohesionats." (si desde la escuela no conseguimos reforzar la cohesión, Cataluña se deshace. Seamos menos sabios pero más cohesionados).
Es decir, no importa dejar de banda la enseñanza de los conocimientos esenciales necesarios para que los alumnos afronten con garantías su futuro (y no solo profesional); no importa que esto conlleve poner en desventaja a los alumnos catalanes con respecto a sus compañeros del resto de España y de Europa; no importa el evidente empobrecimiento intelectual que lleva aparejada la teoría; porque aquí, lo realmente prioritario, lo absolutamente esencial, lo imprescindible, es que todos los niños se unan a eso del pensamiento único (el nacionalista) y lo hagan en la lengua propia de su país (el catalán), para que finalmente puedan formar parte de la cohesión, del oasis, del charco de Cataluña.
El día siguiente a la caída del muro, en la base del monumento a Karl Marx de Berlín una mano anónima escribió una pintada que rezaba: "Proletarios de todos los países del mundo, ¡perdonadme!". Ese berlinés socarrón debía creer que Marx sería alguien demasiado lúcido como para seguir siendo marxista tras comprobar los estragos de la aplicación del socialismo fuera de los libros. En fin, nunca sabremos cómo habría influido en la cosmovisión de aquel burgués que embarazaba a las criadas el conocimiento de la experiencia de miseria y terror que supuso para tantos seres humanos la materialización de la utopía comunista. Pero, en compensación, sí conocemos el efecto que ha tenido sobre los prejuicios históricos y económicos de sus herederos contemporáneos, los escribidores de la progresía: ninguno.
El que la izquierda haya abdicado de pensar ni es algo nuevo ni tendría demasiada importancia si no fuera porque sigue monopolizando el control de las instituciones que moldean la percepción de la mayoría de la población sobre los fenómenos sociales. Así, muchos de los "hechos indiscutibles que cualquiera conoce", simplemente, son leyendas fabricadas por sus ideólogos. Y que disponga de ese poder para distorsionar de forma sistemática el prisma a través del que la gente descifra la realidad, sí es importante. Cada año, cuando empieza el curso escolar, en los patios de los colegio vuelven a circular leyendas urbanas como esa de los cocodrilos ciegos que habrían crecido en las cloacas de Nueva York, tras haber viajado hasta allí bajando por las cañerías a las que sus caprichosos dueños los habrían arrojado durante sus primeros meses de vida.
También cada inicio de curso, los escolares escuchan de labios de sus maestros la leyenda canónica de la Revolución Industrial. Horrorizados leen en sus manuales las negra penuria que la llegada del capitalismo habría causado a los antiguos campesinos. Y se creen esas historias, igual que creen la de los cocodrilos. Así interiorizan su primera experiencia de rechazo emocional hacia nuestra civilización. Después, a lo largo de sus vidas ese sentimiento seguirá siendo alimentado por el cine, la literatura y la prensa. Muy pocos llegarán a descubrir en su vida adulta que el repentino museo de los horrores que tan pronto instalaron en su imaginación no se compadece para nada con lo que realmente ocurrió.
Porque la situación de los trabajadores en los primeros momentos de la industrialización de Inglaterra, ciertamente, hacía de la existencia algo muy duro y difícil. No obstante, los historiadores no disponen de ninguna constancia estadística de que las condiciones de vida del nuevo proletariado fuesen peores que las que habían padecido en las idealizadas comunidades rurales de las que procedían. De hecho, la "información" que sirvió de base para crear el mito de la pauperización fue lanzada por la prensa reaccionaria de la época, defensora de los intereses de los terratenientes, que se oponían ferozmente a las leyes librecambistas favorecedoras de la importación de alimentos baratos. Sin embargo, ya hacia 1850 el incremento de los salarios reales de la clase trabajadora hacía de la mejora general del nivel de vida de la población algo absolutamente incuestionable. Si, a pesar de la evidencia mesurable, se ha perpetuado la visión negra del capitalismo inicial es porque el poder de los hechos sigue siendo, también hoy, incomparablemente más débil que el de los mitos y las ideologías.
El día siguiente a la caída del muro comenzó a ser posible la globalización. Y también fue a partir de ese día cuando la historia empezó a repetirse como un calco milimétrico. Igual que a principios del siglo XIX, son los privilegiados de Occidente, de José Bové a Ross Perot, los más interesados ahora en combatir los nuevos tratados mundiales de librecambio. Fueron ellos los primeros en propagar la absurda idea de que nuestro futuro correrá graves riesgos si se nos permite comprar productos mejores y más baratos que hayan sido fabricados en no importa qué lejano rincón del planeta. Diríase que su inspirador teórico es Fredéric Bastiat, aquel satírico francés que propuso, muy serio, tapiar todas las ventanas de París para evitar de ese modo que el Sol siguiera haciendo la competencia desleal al gremio de fabricantes de velas.
Como en el siglo XIX, también tras los enemigos de la competencia han llegado los enemigos de la libertad dispuestos a confundir las causas con los efectos. Y, como hicieran con la memoria colectiva del siglo XIX, ya han conseguido imponer su caricatura de la realidad. Lo corrobora el que, contra la evidencia estadística de que los principales sectores industriales no han hecho otra cosa que fragmentarse a lo largo de los últimos veinte años, el fantasma del puñado de multinacionales que controlarían todos los mercados del mundo vuelve a recorrer las páginas de economía de la prensa popular europea. Del mismo modo, las masas famélicas que se amontonan en los suburbios del Tercer Mundo, en la mente de nuestros escolares no fueron empujadas a hacinarse ellos por la ruina que les provocó el proteccionismo agrario de los antiglobalizadores de Occidente: alguien ya se ha ocupado de grabar en sus cerebros que, por el contrario, son víctimas de la globalización. Y los niños lo creen, igual que creen la historia de la chica pálida que hacía auto-stop de noche en la salida de una curva. Es el poder de los mitos. El eterno retorno de la mentira, la única fuerza creativa que le queda a esa izquierda que ya no recuerda cuándo dejó definitivamente de pensar.
El pasado día 20 de octubre, Arbil-BCN organizaba una jornada de conferencias cuyo título y tema central fueron "Los mitos del nacionalismo catalán". Se celebró en el Aula Magna de la Universidad Abat Oliba CEU. El acto fue conducido por Don Santiago Gotor, presidente de Arbil-BCN.
Don Santiago Gotor. Presidente de Arbil BCN.
La primera mesa estuvo compuesta -por orden de intervención- por:
Don Eduardo Escartín. Profesor de Historia de la Universidad de Barcelona.
Don Javier Barraycoa. Profesor de Historia de la Universidad Abat Oliba CEU.
Don Alfredo Cruz (a la izquierda en la foto). Profesor de Filosofía Política de la Universidad de Navarra.
La segunda mesa de conferencias estuvo compuesta por:
Don Francisco Caja. Profesor de Ética de la Universidad de Barcelona. Don Juan Carlos Girauta. Escritor. Licenciado en Derecho y MBA por ESADE. Colaborador de COPE y Libertad Digital. Don Alejo Vidal-Quadras. Vicepresidente del Parlamento Europeo. Catedrático de Física Nuclear.
El acto fue un éxito rotundo, más de un millar de personas abarrotaron el salón de actos de la Universidad Abat Oliba CEU. Pudimos saludar a Don Daniel Sirera presidente del PPC y a Doña Motserrat Nebrera; en representación de Don Alberto Fernández Díaz, al concejal del Ayuntamiento de Barcelona, D. Alberto Villagrasa. También estuvo presente el movimiento asociativo de Barcelona.
Don Eduardo Escartín, aludió a la Hispania visigótica como referente más lejano del significado de España como estado, y la imbricación de las tierras catalanas en ese concepto político. Hizo referencia al apoyo de los señores feudales catalanes de la reconquista a la idea de España, y certificó que la Guerra de Sucesión no fue mas que un conflicto dinástico, en el que la fecha de 1714 en absoluto puede tomarse como referente de la supuesta realidad nacional catalana.
Don Javier Barraycoa, se centró fundamentalmente, en el papel desempeñado por la derecha nacionalista catalana en el régimen franquista. Propuso líneas de investigación histórica para poner de relieve el apoyo de la derecha catalanista al régimen de D. F. Franco.
Don Alfredo Cruz, razonó la nula legitimidad moral de los nacionalistas en su empresa de destrucción del Estado Español. Hizo referencia a su libro "Nacionalismo y moral" en el que recogen sus pensamientos.
Don Francisco Caja, se extendió en el acoso nacionalista y sobre el uso de la lengua como arma política.
Don Juan Carlos Girauta, fue el más aplaudido por su análisis del nacionalismo catalán tras el 1978; del pujolismo y su significado.
El ex presidente del Gobierno José María Aznar ha repasado este lunes en La Razón la actual legislatura sosteniendo que ésta se sustenta en la manipulación del lenguaje y en la demagogia (...)
Las declaraciones infames del emérito obispo vasco, que podría subscribir el mismísimo Adolf Hitler, han merecido la respuesta de Rosa Díez.
Es tan brillante el artículo de la portavoz de UPD en el diario ABC, que lo transcribo sin ningún comentario:
La infamia
HE dejado pasar veinticuatro horas antes de comentar la entrevista a José María Setién, obispo emérito de San Sebastián, publicada en El País el pasado domingo con motivo de la presentación del libro: «Un obispo vasco ante ETA». Pensé que las palabras del obispo, su falta de piedad ante los que sufren la persecución, su soberbia justificando esa falta de humanidad, eran de tal calibre que no merecían más que el desprecio. Pero he decidido escribir sobre ello para evitar que el silencio termine extendiendo un velo de impunidad sobre el que insulta nuestra memoria, nuestra conciencia, nuestra dignidad como seres humanos.
Les animo a leer con detenimiento la entrevista realizada por José Luis Barbería, un gran periodista que conoce en primera persona cómo es la vida en el País Vasco de las personas que sufren persecución por sus ideas; cómo es la vida de las víctimas vivas, la vida de aquellos que han decidido resistir, que no se doble-gan ante la tiranía del nacionalismo obligatorio y/o del nacionalismo terrorista.
El obispo, instalado en esa atalaya del que se sabe impune por estar protegido por los pistoleros y por sus apóstoles, se atreve a insultarnos no sólo de obra -lo hizo mientras fue obispo titular-, sino también de palabra. Se atreve a contestar así:
P. «Dice que la violencia no invalida la justicia y la ética de los objetivos políticos de ETA».
R. «Me refiero a los objetivos de autodeterminación y territorialidad. Detrás de la situación del País Vasco hay una injusticia que no denuncia únicamente ETA. Los derechos históricos vascos fueron violentados mediante la acción de una violencia que se ha convertido en Derecho. Y lo que quiero saber es si esos derechos existen o no y si han sido incorporados debidamente a la Constitución».
Obsérvese la perversidad en el lenguaje: las reivindicaciones de los nacionalistas -de los que matan y de los que no, pero en este caso, particularmente de los que matan,pues a ellos se refiere la pregunta- son para Setién derechos violentados mediante la acción de una violencia que se ha convertido en Derecho. ¿Puede haber un discurso más antidemocrático, más justificador del terror y del crimen que esas palabras de Setién? ¿Puede hacer ese discurso un pastor de la Iglesia sin que la jerarquía eclesiástica españo-la haga algo más que remitirse a su posición oficial? ¿No es impunidad lo que la jerarquía eclesiástica le brinda a quien justifica objetivos que requieren del uso del crimen para imponerse? ¿No termina esa impunidad, brindada a Setién, extendiéndose a los propios criminales?
Setién habla también de lo que él considera un vasco y un español:
P. «Usted divide a la población vasca entre españolistas, por un lado, y vasquistas y nacionalistas por otro. ¿No está caricaturizando una realidad compleja?».
R. «¿Y qué otros vascos va a haber?».
Está claro: para Setién ser vasco equivale a ser vasquista y/o nacionalista. Los que no lo somos sencillamente no somos vascos. ¿Hacen falta más argumentos para justificar la expulsión de los no nacionalistas? ¿Cabe mayor coincidencia entre las palabras del obispo y los objetivos del pacto de Lizarra, ese pacto firmado entre el nacionalismo y ETA para excluir de la vida civil a los no nacionalistas?
P. «¿No se puede ser vasco y español sin ser españolista, vasco sin ser nacionalista?».
R. «Los españolistas son los que no reconocen la nación vasca.(....) Yo no quiero para Euskadi la unicidad del modelo soberanista de la llamada nacionalidad española. ¿España es una nación? (...) ¿Quién se traga eso?»
El obispo dice que no quiere la unicidad del modelo soberanista de la llamada nación española. Traducido: no quiere que todos los ciudadanos que vivimos en Euska-di disfrutemos de los mismos derechos. Ni más ni menos lo que el lehendakari proclama en su plan: «Serán vascos todos aquellos que vivan en Euskadi. La nacionalidad se regulará por ley». El obispo bendice la discriminación de derechos entre ciudadanos con la misma tranquilidad con la que otros pastores de otras iglesias,tiempo ha, bendecían a quienes se ponían las capuchas del Ku Klux Klan. ¡Qué peso se habrán quitado de encima los verdugos nacionalistas vascos que a día de hoy están preparando el próximo crimen! Lo hacen, Setién lo ha dicho, cargados de legitimidad; se les ha impuesto un modelo, no les reconocen sus derechos. Ya lo ha dicho el obispo: «En el fondo, los miembros de ETA son revolucionarios».
Y luego está su burla respecto de la nación española. Y que nadie trate de relativizarlo apelando a las palabras del presidente ZP: «La nación es un término discutido y discutible». Porque los ciudadanos pode-mos cambiar al inquilino de la Moncloa con nuestro voto; pero no podemos hacer nada frente a las dañinas palabras; y quienes pueden callarlo no están dispuestos a hacerlo.
Pero lo más vomitivo, lo más infame de las palabras del obispo Setien, está dedicado a las víctimas:
P. «¿Las cree (a las víctimas) manipuladas?»
R. «Sí, pero, afortunadamente, el juicio que llegue a hacerse sobre mi persona, no lo harán las víctimas. ¡Han dicho tantas cosas de mí! Nunca me he negado a recibirlas y no sé a qué responde esa acusación de frialdad que me atribuyen. Quizá no han encontrado en mí la colaboración que pretendían para ponerla al servicio de los objetivos que buscaban».
Difícil encontrar en una frase tan corta mayores niveles de perversidad y de soberbia.
P. «Afirma que las víctimas pueden ofrecer su perdón a los asesinos, aun en el caso de que éstos lo rechacen. Dice que es una manera de iluminar el problema desde la fe cristiana. ¿Llegado el caso esa fórmula facilitaría la excarcelación de los presos de ETA?».
R. Ésa es otra cuestión. La dimensión del perdón tiene que ser fundamentalmente personal. Si el perdón exige previamente la aplicación de una justicia vindicativa y se queda ahí, no hay perdón porque responde al ánimo de venganza al menos en el orden puramente jurídico. La propia idea del perdón es trascendente y va mucho más allá del ordenamiento jurídico».
P. «Para muchas víctimas es todo un ejercicio de heroísmo».
R. «En ocasiones, la fe exige comportamientos heroicos»
Venganza, le llama Setién a la Justicia. Tener fe y comportarse heroicamente son para el obispo sinónimos de renunciar a que se haga justicia. No sé si saben que, poco después de que ETA asesinara a su hijo Joxeba, Pilar Ruíz se encontró con Setién por las calles de San Sebastián. Se acercó a él y se presentó. Él hizo un amago de darle el pésame; Pilar le interrumpió: «Quiero decirle que les considero a ustedes, a la iglesia que usted representa, cómplices de los asesinos de mi hijo. Si Jesucristo volviera a la tierra les expulsaría del templo por fariseos».
Sí, yo también le considero a Setién cómplice, responsable de una pedagogía antidemocrática que lleva más de treinta años educando jóvenes en el odio y en la mentira. Responsable de ayudarles a encontrar coartadas para canalizar el odiofrente a los que no estamos dispuestos a plegarnos frente al terror.
Responsable, José María Setién; y responsable, la jerarquía eclesiástica que ca-lla ante la gravedad de sus palabras. ¿Cuántas generaciones de adolescentes encontrarán en las palabras de Setién elementos para alistarse en el odio y el terror?
Quizá, tal y como es la costumbre, la Iglesia pida perdón dentro de doscientos años. Pero para entonces ya será demasiado tarde. Y no habrá nadie de los ofendidos que pueda perdonarles.
La Catalunya del capitan Trueno no existe todavia porque esta secuestrada por la ideologia mas reaccionaria que existe, el nacionalismo. La Catalunya del capitan Trueno es una sociedad plural, abierta, ilustrada, libre, igualitaria, solidaria, integrada con naturalidad en la nacion espanyola.
Porque lo que en Cataluña no se perdona jamás es el talento, ese salvoconducto divino que libra a algunos egregios de la inmensa nómina de los mediocres condenados a vivir de las limosnas del Montilla de turno.
El dramaturgo y componente de Ciudadanos, Albert Boadella, ha destacado la importancia de su formación en las pasadas elecciones ya que se convirtió en un "partido de emergencia" en el que se dio voz a una parte importante de la sociedad que estaba silenciada (...)
Ahora resulta que cuando Zapatero hizo una visita oficial a la Venezuela de Chavez en 2005 para suscribir un acuerdo de cooperación en materia de defensa, el régimen chaviZta no dudó en colocar un micrófono (bicho, en el argot) en la reunión que mantuvo con la oposición democrática. La profesionalidad de los equipos de seguridad de la Presidencia del Gobierno se puso de manifiesto al detectar a tiempo el artefacto situado debajo de la mesa en la que se sentaron los miembros de la Coordinadora Democrática de Venezuela. No obstante, las autoridades españolas no hicieron ninguna gestión ante el Gobierno venezolano para protestar según explica El País en su información de hoy. Parece evidente que el periodista del país y ex Director de Comunicación Internacional de la Moncloa, Javier Valenzuela, atesora mucha información acerca de los incidentes ocurridos durante los viajes del Presidente.
Ya le decíamos al Presidente del Gobierno que Chavez era una mala compañía, que su socialismo del siglo XXI tenía muy poco talante democrático y que nuestra denuncia no era un ejercicio de crispación sino de responsabilidad. Me extraña mucho que El País diga también que el Embajador de España, Raul Morodo, no fue informado del incidente. En ese mismo viaje, Zapatero se reunión con la comunidad española que le recibió con la elocuente proclama de "Zapatero madura, aquí tenemos dictadura".
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