sábado, julio 09, 2011

Manzano relevó a un tedax por negarse a alterar informes periciales del 11-M

vía www.libertaddigital.com el 8/07/11

La versión oficial del 11-M, ésa que presuntamente resuelve todas las incógnitas del mayor atentado terrorista de nuestra historia, se construyó sobre tres elementos: el Skoda Fabia, la furgoneta Renault Kangoo y la mochila de Vallecas. El primero de ellos tenía tan poca base que incluso el instructor juez del Olmo decidió prescindir de ella; sobre el segundo pesan muy serias sospechas de que sea una prueba falsa; y en cuanto a la tercera, por si no se hallara lo suficientemente desacreditada hasta el momento, las últimas revelaciones han terminado por enterrarla.

La famosa mochila de Vallecas, que sirvió de base para inferir el contenido del resto de mochilas que sí explotaron en los trenes, estaba formada básicamente por tres componentes: metralla, un teléfono móvil y explosivo. Del explosivo hay poco que añadir, pues ya hemos constatado en numerosas ocasiones que resulta altamente improbable que lo que explotara en los trenes que fuera Goma 2 ECO. La metralla, por su parte, ya sabíamos que era un elemento que chirriaba sobremanera, pues no se encontraron restos de la misma en ninguna de las víctimas del 11-M.

Ayer, gracias a las declaraciones de uno de los Tedax ante la juez Coro Cillán, conocimos nuevos datos que todavía dejan en peor posición este vestigio. Para empezar, el declarante ha manifestado que el jefe de los Tedax, Sánchez Manzano, lo apartó de la investigación después de que se negara a alterar su informe pericial en el que afirmaba que los tornillos de la mochila de Vallecas no tenían nada que ver con los recogidos por los funcionarios judiciales en Mina Conchita o con los encontrados en el foco de explosión de los trenes. Asimismo, hemos conocido que el teléfono Movistar de la mochila probablemente no fuera liberado, tal como afirma la versión oficial, pues no funcionó con una tarjeta prepago Vodafone pero sí con una Movistar.

En definitiva, las declaraciones del Tedax no sólo ponen de relieve el extraño interés de Sánchez Manzano por que el contenido de la mochila de Vallecas se adaptara a una particular teoría preconcebida, sino que arrojan nuevas y serias dudas sobre la principal prueba que condujo el propio 12 de marzo a Zougam y, de ahí, a todas las turbas populares que acusaron al Gobierno popular de estar manipulando lo que a todas luces era un atentado islamista en represalia por la guerra de Irak.

Al final, se produjo el cambio de Gobierno al grito de "queremos saber la verdad", pero no hemos quedado sin la verdad. Lo único que parece evidente hasta el momento es que ha habido personajes dedicados a falsificar pruebas y a desviar el foco de la investigación para provocar un giro político copernicano. Si todavía alguien sigue creyéndose una versión oficial que sólo ha servido para obstaculizar el esclarecimiento de los hechos, va siendo hora de que, tras estas nuevas evidencias, vuelva a preocuparse por saber la verdad.

Esta mañana se ha producido, en el juzgado dirigido por Coro Cillán, una declaración que puede tener una enorme trascendencia de cara a la investigación del 11-M. La Unión de Oficiales de la Guardia Civil había solicitado que se interrogara como testigos a dos Tedax: el 80.938 y el 27.789. Ambos han ratificado lo que hasta ahora ya sabíamos: que las muestras recogidas en los trenes del 11-M se llevaron a la Unidad Central de Tedax, donde ya no se volvió a saber nada más de ellas.

Pero, además, el tedax 80.938 ha efectuado una serie de afirmaciones realmente explosivas, tal como cuenta Angela Martialay en Libertad Digital.

En primer lugar, ha declarado que realizó un informe pericial en el que hizo constar que no existía ninguna similitud entre los clavos encontrados en la mochila de Vallecas, los clavos recogidos por los funcionarios judiciales en Mina Conchita y los clavos encontrados en un foco de explosión de los trenes. ¿Qué importancia tiene eso? Pues es otro indicio más de que el artefacto encontrado en la comisaría de Puente de Vallecas dieciocho horas después de la masacre no tiene nada que ver ni con los trenes, ni con esas minas asturianas de donde nos dicen que salió el explosivo.

Siempre según la declaración de ese tedax, a Sánchez Manzano no le gustó lo categórico de su informe pericial, por lo que quiso que se modificara, a lo que el perito se negó. Como consecuencia, Sánchez Manzano lo apartó de ese tipo de informes periciales, para poner a alguien de su confianza.

En segundo lugar, el testigo ha contado que también participó en los análisis periciales iniciales del teléfono Trium encontrado en el artefacto explosivo de Vallecas. Y ha dejado caer un dato que no constaba en el sumario y que arroja nuevas dudas sobre la versión oficial del atentado.

Según la declaración, el mismo día 12 de marzo intentaron encender el teléfono con una tarjeta Vodafone y no lo consiguieron, tras lo cual el tedax 80.938 introdujo su propia tarjeta Movistar en el aparato, que ya sí funcionó. El dato es relevante por cuanto la historia oficial del teléfono encontrado en la mochila de Vallecas es la siguiente:

1. Los terroristas compran el teléfono antes del 11-M en la tienda de unos hindúes. Era un teléfono Movistar.

2. Los terroristas llevan a liberar el teléfono a la tienda de un policía, Ayman Maussili Kalaji.

3. Los terroristas compran unas tarjetas Amena y usan el Trium liberado con una tarjeta Amena para fabricar el artefacto de Vallecas.

Sin embargo, el hecho de que los tedax no lograran hacer funcionar el teléfono con una tarjeta Vodafone y sí con una Movistar permite cuestionarse si ese teléfono estaba verdaderamente liberado. Esas dudas sobre la rocambolesca historia del policía  liberador de teléfonos, Kalaji, se añaden a otras que ya hemos expuesto anteriormente, como por ejemplo la evidente falsificación del libro de caja de los hindúes, puesta de manifiesto por el propio juez Bermúdez durante el juicio.

En tercer lugar, la versión oficial nos dice que el artefacto de Vallecas estaba preparado para explotar con la alarma del teléfono a las 7:40. ¿Cómo se sabe? Pues porque los tedax verificaron la hora de la alarma con posterioridad al mediodía del 12-M. Sin embargo, el tedax 80.938 ha señalado en su declaración que cuando él vio el teléfono, en la madrugada del 11-M al 12-M, tenía la batería quitada, lo que viene a corroborar, por enésima vez (tal como señala Manuel Marraco en El Mundo), que ese teléfono tuvo forzosamente que perder la programación de alarma que tuviera. En consecuencia, es imposible que nadie determinase, muchas horas después, que el teléfono estaba programado para que la alarma se activara a las 7:40. Otra mentira más de las muchas que componen la versión oficial.

Son muchos los datos que estamos conociendo gracias a la querella interpuesta contra Sánchez Manzano y su jefa de laboratorio por la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M. Son tantos los indicios de falsedad en todo lo relativo a la mochila de Vallecas, que parece casi imposible que no lleguemos a conocer quién ordenó fabricar esa prueba "plantada". Y a partir de ahí, habrá que tirar del hilo de los falsificadores de pruebas.

vía www.libertaddigital.com el 8/07/11
ÁNGELA MARTIALAY

La titular del Juzgado de Instrucción Número 43 de Madrid, Coro Cillán, continúa tomando declaración a los Tedax que participaron en la recogida y posterior examen de las muestras del 11-M.

Este viernes ha sido el turno de dos de los agentes de la Unidad Central -dirigida por el comisario Juan Jesús Sánchez Manzano. Sus testimonios fueron solicitados por la Unión de Oficiales de la Guardia Civil (UO) –acusación popular- al entender que éstos podían ser claves para el esclarecimiento de los hechos.

Según ha podido saber Libertad Digital, el artificiero C. M. con número 80.938 ha señalado que fue relevado de sus funciones y sustuido por la mano derecha de Sánchez Manzano, el tedax Fernando Blázquez, tras negarse a alterar su informe pericial sobre las muestras de tornillos que fueron obtenidas de la mochila de Vallecas, de Mina Conchita y del foco de la calle Téllez.

Tal y como consta en su declaración, el agente realizó tres informes periciales con los restos de clavos procedentes de esos tres lugares y llegó a la conclusión de que "no había ninguna coincidencia" entre ellos. Así se lo hizo saber al jefe de los Tedax cuando se produjo el 11-M, Juan Jesús Sánchez Manzano, quien le ordenó modificar su veredicto para obviar que no se había encontrado nada en común en la pericial llevada a cabo con esas muestras.

Manzano lo relevó

Al negarse a cumplir las órdenes de su superior, Manzano le dijo que los informes periciales los haría a partir de entonces otro tedax porque él era "muy categórico en sus conclusiones" por lo que "ya no lo necesitaba". Y así fue, fue sustituido por la mano derecha de Sánchez Manzano, su hombre de confianza, el artificiero Fernando Blázquez. El testigo ha declarado que no le consta si sus pericias se rehicieron finalmente.

Por su parte, Blázquez ha sido citado a declarar en calidad de testigo el próximo 8 de septiembre por la juez Coro Cillán a petición de la asociación de guardias civiles al entender que él fue el tedax responsable de la custodia de los vestigios del 11-M.

Asimismo, el tedax -que ha declarado por videoconferencia al encontrarse destinado en Almería- ha subrayado que en el complejo policial de Canillas no se redactó ningún acta con la relación de los restos recopilados tras los atentados, aunque "allí estaba llegando mucho material" y lo habitual hubiera sido hacerlo.

La mochila de Vallecas

Por otro lado, durante el interrogatorio, ha explicado que él actuó el 12 de marzo de 2004 en la desactivación de la famosa mochila de Vallecas, manipulando el teléfono que apareció en su interior. Sobre este asunto, el tedax ha revelado un dato que contradice la versión oficial ofrecida en la sentencia del 11-M.

Según sostuvo la Audiencia Nacional, dicho móvil de la compañía Movistar estaba liberado por lo que podía funcionar con una tarjeta prepago de cualquier compañía telefónica. En cambio, según este agente un día después de la masacre de Madrid introdujeron una tarjeta telefónica marca Vodafone en el mismo y el terminal no funcionaba. Minutos después comprobaron que con la tarjeta Movistar del tedax sí que podía utilizarse el mismo. Según el sumario, el teléfono tenía una tarjeta Amena.

El policía nunca fue llamado a declarar durante el juicio del 11-M en la Audiencia Nacional. Junto a él, este viernes ha testificado en el Juzgado 43 de Plaza de Castilla otro tedax, R. F. con número 27.789, que ha sostenido que a él también le consta que las muestras recogidas en los focos de las explosiones se llevaron a la sede de la Unidad Central Tedax del complejo de Canillas. Posteriormente, desaparecieron sin que de momento se conozca quién dio la orden de hacerlo.

En este procedimiento se encuentran imputados el exjefe de los Tedax, Sánchez Manzano, y la perito jefa del laboratorio de los artificieros por los delitos de ocultación de pruebas y falso testimonio a raíz de la querella interpuesta por la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M.

vía www.elmundo.es el 8/07/11

Manuel Marraco | Madrid

Actualizado viernes 08/07/2011 20:00 horas

Un tedax que manejó el teléfono de la mochila de Vallecas ha refutado esta mañana ante la juez la versión ofrecida por el jefe de los artificieros en el 11-M, Juan Jesús Sánchez Manzano, sobre los datos obtenidos de ese terminal.

El tedax 80.938 ha explicado que en la madrugada del 12 de marzo llegó a introducir su propia tarjeta Movistar en ese teléfono para poder encenderlo. Momentos antes, otros agentes lo habían intentado sin éxito con una tarjeta Vodafone. En su declaración, el policía afirma que cuando llegó al lugar donde estaban manipulando el terminal, "el teléfono estaba ya sin batería".

Eso supone que Manzano nunca pudo llegar a saber a qué hora estaba fijada la alarma del teléfono, porque la fecha, el día y la hora se borran cuando la batería se quita durante unos segundos. En un informe al juez, Manzano sostuvo que "cuando se procedió al estudio del teléfono su hora coincidía con la real y tenía activadas las funciones de alarma (7.40) y vibrador".

Además, el relato siembra dudas sobre la posibilidad de que los terroristas realmente manejaran el teléfono con la tarjeta Amena hallada en su interior. Según la investigación, el teléfono Movistar había sido liberado, pero esa madrugada del 12 de marzo los policías no consiguieron encenderlo con una tarjeta Vodafone. Sólo con la de Movistar. ¿Cómo pudo entonces funcionar con una Amena?

El agente ha declarado como testigo ante la juez Coro Cillán a petición de la Unión de Oficiales de la Guardia Civil en la causa abierta contra Sánchez Manzano tras una querella de la Asociación de Ayuda a Víctimas del 11-M.

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