martes, diciembre 06, 2011

Coro Cillán llamará a declarar al instructor Del Olmo

La juez del 11-M investigará quién ordenó destruir y desguazar los trenes

La magistrada lo considera una “cuestión crucial” para esclarecer el atentado

Intereconomía

06 DIC 2011
J. Sedano y J. Bustos. Madrid

Los vagones se demolieron a toda prisa en los andenes. Coro Cillán llamará a declarar al instructor Del Olmo, a la fiscal del proceso y a directivos de Renfe.

Sigue siendo la mayor incógnita que aún sobrevuela sobre los terribles atentados del 11-M. ¿Quién dio la orden de destruir y desguazar los trenes que hicieron explosión? ¿Por qué tanta prisa para borrar de un plumazo pruebas vitales? ¿Quién mandó destruir los vestigios que pudieran servir de prueba en la posterior investigación?

Preguntas sobre las que aún se extiende un mar de dudas, pero que todavía siguen abiertas gracias a la instrucción de la juez Coro Cillán, que aún mantiene vivo el caso y que está dispuesta a averiguar qué ocurrió en realidad con los restos de la matanza y quién o quiénes determinaron la posterior eliminación. Su última medida viene a ser el colofón a tanto ímpetu. La titular del Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid ha admitido a trámite el escrito de pruebas presentado por el sindicato Manos Limpias , a través de su abogado José Luis Abascal, para esclarecer una “cuestión crucial”: quién ordenó destruir, desguazar y, en su caso, reparar los trenes explosionados en esa fatídica mañana.

Valdemingómez

Tanto para la juez como para el sindicato de funcionarios resultan de vital importancia “para el esclarecimiento nuclear de los hechos” las declaraciones de los implicados, y más concretamente los que, en mayor o menor medida, participaron en el desguace de los vagones. Según consta en el escrito de diligencias, podrían ser llamados a declarar, si lo considera Coro Cillán, directivos de Renfe y funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía, así como el propio juez Juan del Olmo y la fiscal del Sumario, Olga Sánchez.

Según Manos Limpias, ha quedado suficientemente probado que la destrucción de los trenes impidió el esclarecimiento de los hechos, y esa es la principal línea de investigación que quiere reabrir la juez, una vez que la propia Audiencia Nacional ha sido incapaz de dar luz sobre la mayor irregularidad cometida en los días posteriores a los trágicos sucesos. Para ello, Cillán podría citar a algunos de los nombres que aparecen reseñados en el escrito. Entre ellos se encuentran el director general de Emfesa –la entidad que ejecutó el desguace– y directivo encargado de las negociaciones con Renfe; Carlos Simón Fernández, director general de Remimfer, la empresa encargada de realizar el presupuesto de reparación general de trenes e instalaciones después de los atentados; o Mariano Garrido García, en esas fechas director gerente de Renfe Cercanías.

En el texto también aparecen reseñados los policías, adscritos ese día a la Brigada Central de Información, encargados de trasladar a la incineradora de Valdemingómez los efectos personales procedentes de la víctimas, así como los agentes que participaron en la destrucción de los efectos electrónicos recogidos.

Por último, la juez del 11-M podría llamar a declarar al magistrado-juez instructor del Juzgado número 6 de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo, quien, días después de los hechos, se encargó de dirigir la nueva oficina judicial en la que se instruyó la investigación de los atentados terroristas.

Para el abogado de Manos Limpias, las declaraciones de Del Olmo son fundamentales para esclarecer mucho de lo ocultado en torno a las pruebas: ¿Por qué omitió en el informe preceptivo la destrucción de los trenes? Para los abogados, es más que evidente que la orden tuvo que emanar de algún sitio (juzgado, Policía...) y que los directivos de Renfe reseñados la recibieron de manos de algún máximo responsable, como así quedó constatado en los informes sobre daños que acreditan lo expuesto en el escrito.

El juez Del Olmo era el único responsable sobre los trenes. La decisión de Cillán “precipitará los acontecimientos”

La última decisión, en esta particular carrera contrarreloj de Cillán, puede determinar un más que notable cambio de rumbo en el proceso de la investigación y lo que es indudable, como afirman el propio sindicato y sus abogados, es que “precipitará los acontecimientos” porque, ocho años después, puede aclararse la autoría de tamaña irregularidad.

Para José Luis Abascal, abogado de Manos Limpias, la “única persona que puede decir quién destruyó los trenes es el juez Juan del Olmo”, de ahí que sea el principal protagonista del listado de nombres propuesto en el escrito presentado en el Juzgado que dirige Coro Cillán y que ahora se ha admitido a trámite. Según Abascal, al juez le acorralan los acontecimientos porque si él desconocía la autoría cometió “una terrible negligencia”, y en el caso de estar al tanto del hecho y de sus ‘patrocinadores’, “¿por qué no persiguió a los autores? ¿Por qué no hizo nada por recuperar las pruebas? Para el letrado, la pregunta que Coro Cillán debería hacer al juez, en el caso de citarle, sería tan evidente como directa: ¿autorizó usted destruir los trenes?

La juez Cillán admite la personación de Manos Limpias en el caso Sánchez Manzano

De esta forma, el sindicato ejercerá de acusación popular contra el que fuera jefe de los Tedax en el 11-M, Juan Jesús Sánchez Manzano. 

Libertad Digital
ÁNGELA MARTIALAY
2011-12-05

La titular del Juzgado Número 43 de Plaza de Castilla (Madrid), Coro Cillán, ha aceptado la personación del sindicato Manos Limpias en la causa donde se encuentra imputado el que fuera jefe de los Tedax durante los atentados del 11-M, Juan Jesús Sánchez Manzano, según informaron fuentes jurídicas a LD.

Junto a Manos Limpias, en el procedimiento ejercen de acusación popular la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, la Asociación de Víctimas del Terrorismo, la Unión de Oficiales de la Guardia Civil, la madre de Jamal Zougam –el autor material de los atentados-, y el condenado por la masacre, Saed el Harrak.

La representación legal del sindicato Manos Limpias la ejercitará el abogado José Luis Abascal.

Desde el año 2009, el comisario Juan Jesús Sánchez Manzano y la perito de los laboratorios Tedax están imputados por los delitos de falso testimonio, encubrimiento y omisión del deber de perseguir delitos por su actuación en el 11-M. Las penas máximas de los tres delitos sumarían 7 años de prisión.

El jefe Tedax de Madrid declara con protestas de la defensa de Manzano

La letrada de Sánchez Manzano y el abogado de Saed el Harrak han mantenido un rifirrafe este viernes en el juzgado de Coro Cillán.

Libertad Digital
ÁNGELA MARTIALAY
2011-12-02

La titular del Juzgado de Instrucción Número 43 de Plaza de Castilla, Coro Cillán, ha vuelto a tomar declaración este viernes en calidad de testigo a Cáceres Vadillo, el jefe de la unidad Tedax de Madrid durante los atentados del 11 de Marzo de 2004.

La declaración del artificiero –que ha desfilado por el despacho de Cillán hasta en cinco ocasiones desde que comenzó la instrucción de la causa contra el exjefe Tedax Juan Jesús Sánchez Manzano en el verano de 2009- ha estado marcada por las constantes protestas de la defensa del principal acusado, ejercida por la letrada María Ponte.

Vadillo que ha testificado en esta ocasión a petición del abogado de Saed el Harrak –uno de los condenados en el 11-M cuya defensa ejerce José Luis Abascal- no ha aportado ningún dato novedoso para el esclarecimiento de los hechos según han desvelado a LD varias de las partes personadas en este procedimiento.

Sin embargo, las preguntas del letrado Abascal ha agotado este viernes la paciencia de la defensa de Manzano que ha protestado hasta en cinco ocasiones ante su señoría en una declaración que apenas ha durado media hora al entender que esta acusación estaba planteando cuestiones que ya fueron resueltas en el juicio de la Casa de Campo donde se juzgó el 11-M.

En esta ocasión, la magistrada ha dado la razón a Ponte ya que muchas de las preguntas de la defensa de Saed el Harrak no eran objeto del procedimiento que se juzga en Plaza de Castilla, donde se investiga qué se hicieron con los restos de la masacre de Madrid y por qué se alteró la cadena de custodia de los mismos.

Tanto Manzano como la jefe perito del laboratorios de los artificieros se encuentran imputados por los delitos de omisión del deber de perseguir delitos, encubrimiento por ocultación de pruebas y de falso testimonio en torno a los atentados del 11-M.

El SUP sugiere irregularidades en la actuación del inspector Carlos Germán en el 11-M

En su revista, el SUP le critica por su instrucción del caso Faisán, y lanza preguntas envenenadas sobre su participación en la investigación del 11-M.

Libertad Digital
Luis del Pino
2011-12-02

Al igual que otros sindicatos policiales, el SUP considera reprobable la labor del controvertido inspector Carlos Germán en las investigaciones relativas al chivatazo del Bar Faisán. Y no es la primera vez que desliza críticas por ese motivo contra dicho inspector. Pero en el último número de su revista va aun más lejos y lanza una serie de preguntas sobre una intervención muy concreta del inspector Carlos Germán en las investigaciones del 11-M.

En la madrugada del 11 al 12 de marzo de 2004, "apareció" en la comisaría de Puente de Vallecas la famosa mochila sobre la que posteriormente se construiría toda la versión oficial de los atentados. Dicha mochila, sobre cuya falsedad como prueba ya hemos publicado datos más que suficientes, fue desactivada de madrugada en el Parque Azorín y su contenido fue llevado a la sede de la Unidad Central de Tedax dirigida por el comisario Sánchez Manzano.

Dentro de la mochila había un teléfono que supuestamente actuaba como iniciador del artefacto. Y tirando del hilo del propio teléfono y de la tarjeta telefónica es como se comienza a detener a presuntos islamistas relacionados con la masacre.

Uno de los episodios más oscuros de esas investigaciones iniciales es el que se refiere, precisamente, a ese teléfono encontrado en la mochila. Inicialmente, el 12 de marzo, la Brigada Provincial de Información pidió a las operadoras telefónicas que proporcionaran todos los datos relativos al número de serie (IMEI) de ese teléfono, que figuraba impreso en la carcasa. Sin embargo, al día siguiente esa misma Brigada pide datos a las operadoras sobre otro número de serie diferente. La "explicación" oficial que se dio fue que, aunque en la carcasa figuraba un número de serie, el teléfono tenía programado internamente otro distinto.

Entre medias de esas dos peticiones, en la tarde del 12 de marzo, el inspector Carlos Germán solicita desde la Comisaria General de Información que se pidan datos sobre una determinada tarjeta telefónica, que supuestamente estaría relacionada con el número de serie que aparecía en la carcasa del teléfono.

Esa tarjeta telefónica sobre la cual pidió datos Carlos Germán no vuelve, sorprendentemente, a aparecer en el sumario del 11-M. Ni el juez Del Olmo, ni los informes policiales posteriores, hacen la más mínima mención a ella, ni a las personas a las que hubiera podido conducir. Es como si esa línea de investigación hubiera quedado cercenada de raíz.

Las preguntas envenenadas que el SUP lanza al inspector Carlos Germán van, precisamente, en esa dirección y parecen indicar que dicho inspector habría puenteado a la Brigada Provincial de Información al cursar esa petición al juez desde la Comisaría General de Información. Se pregunta también el SUP cuáles podrían haber sido los motivos para pedir datos de esa otra tarjeta y llega incluso a plantear si esa tarjeta no estaría ya "marcada" en algún otro sumario. Con lo cual parece estarse sugiriendo que esa actuación de Carlos Germán habría sido un intento de vincular las investigaciones del 11-M con algún otro sumario previamente existente.

Este es el texto íntegro que el SUP publica en su revista:

SEGUNDO.‐ Pierde puntos Carlos Germán y todo su equipo de investigación en el "Faisán" por el fracaso tan monumental de este caso, y por otros en los que ha fabulado implicaciones falsas, según sentencias judiciales firmes (por ejemplo, la Audiencia Provincial de Sevilla en el caso contra el inspector jefe, jefe de la UDYCO, F.T.P., del que dice la Audiencia que no es que no haya pruebas, es que ni siquiera hay indicios), porque no es lo mismo fabular en informes contra ETA y su entramado que hacerlo contra policías. No es lo mismo, no... Y por cierto, casualmente (¿o no?) revisando el sumario del 11‐M, aparece, casualmente (¿o no?), un escrito de Carlos Germán fechado el 12 de marzo de 2004, a las 17,04 horas, en el que pide la intervención del teléfono Movistar 68071xx60. El juez y el fiscal lo rechazaron por falta de motivación suficiente para intervenirlo y nunca más se supo de dicho teléfono. Unas horas antes, sobre las 12 de esa misma mañana, la Brigada Provincial de Información que llevaba las investigaciones había solicitado la intervención del teléfono 65228xx63, el de la mochila de Vallecas. Nos quedan muchos folios por leer pero estamos intrigados por conocer las razones por las que interviene Carlos Germán, directamente desde la UCI, y propone intervenir dicho teléfono, le deniegan la intervención y se olvida el asunto. ¿Qué información tenía de dicho teléfono? ¿Quién se la dio? ¿Qué relación tenía dicho teléfono con los atentados o alguno de los implicados en el sumario del 11‐M? ¿Estaría ese teléfono en otro sumario? Seguiremos leyendo e informando.

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