martes, noviembre 22, 2005

Trece entre mil - de IÑAKI ARTETA



ABSURDA REVOLUCIÓN
ABSURDO:
Contrario y opuesto a la razón; que no tiene sentido. (DRAE)

REVOLUCION: Cambio violento en las instituciones políticas, económicas o sociales de una nación.(DRAE)
Ambas definiciones son aplicables a lo acontecido el 11M en Madrid.
Desde entonces trabajamos para conocer la verdad, honrar la sangre derramada, y defender nuestra LIBERTAD.



Hola ... ¿Qué tal? ... amigo,
¿Qué sabes del 3%?, ¿Y de Mohamed?
 
Si,  pero ...  "Tenemos un Rey muy republicano ... porque defiende los principios democráticos" ...  ja.

http://areslabones.blogspot.com/


Trece entre mil  - de IÑAKI ARTETA




Un magnífico ensayo cinematográfico que introduce al espectador en el horror sufrido por las víctimas del terrorismo asesino de ETA.

Mucho se ha escrito, dicho, hablado, criticado, manipulado, tejido, ocultado, llorado ... Visionado el trabajo de Iñaki, valiente, muy valiente en su concepción, bello en su ejecución, y esperanzador por lo que muestra, uno no puede mas que compartir el sentir de los que han sufrido en sus vidas el asalto ciego de los encapuchados. Hacer propio el humilde sufrimiento causado por la sinrazón, el humilde sufrimiento infligido con ensañamiento durante años por los malos vascos, el sufrimiento ahora valiente de los que quizás nunca conozcan en sus vidas la alegría de la luz.

Vamos a recomendar que acudáis a ver esta película que pronto será una obra de culto.

AR





Es importante correr la voz de que se acuda al cine a ver el documental cuanto antes, porque si no hay mucha afluencia los exhibidores la van a quitar de las salas irremediablemente.

También estamos poniendo en marcha un foro en la página

http://www.treceentremil.com/

En fin, gracias amigos.

Un saludo afectuoso.


Iñaki Arteta
LEIZE producciones
Bizkaia
Spain




TRAILER
http://es.geocities.com/absurdarevolucion/TRAILER.wmv

SALAS

http://es.geocities.com/absurdarevolucion/SALAS.doc




He tenido el placer de compartir con unos amigos la visión de la película "Trece entre mil", en circunstancias muy especiales: en el contexto del IV ciclo de cine por la Tolerancia, y seguida la proyección de un coloquio con el director, Iñaki Arteta.

Pese a la incomodidad (el cine era pequeño y el aforo se ha visto excedido, por lo cual hemos soportado estoicamente tres horas y media en las escaleras, sentados o de pie), ha valido la pena. Por la película en sí, estremecedora y digna de toda recomendación. Y por el coloquio posterior, en que hemos descubierto a un pedazo de vasco que, si me permitís la expresión, los tiene muy bien puestos.

La película se centra en trece historias de víctimas de ETA, o por mejor decir, del terrorismo nacionalista. Desde el chófer de un almirante asesinado, y condenado él mismo de por vida a ser casi un vegetal, hasta dos familias (dos madres y cuatro niños) masacrados en Hipercor, pasando por dos o tres militantes de AP o UCD, otros tantos guardias civiles o policías, un alcalde, una niña caída en el cuartel de la Guardia Civil de Vic, y los dos casos más impactantes a primera vista: el hombre que salva a un criajo de ser aplastado por un camión en un accidente en que muere su madre, y que 18 años más tarde asesina a sangre fría a su salvador, y el guardia civil cuyo coche vuela con él y sus dos gemelos de dos años en el asiento trasero. Uno sale ileso, y el otro explica el guardia cómo le costó sacarlo del asiento trasero, porque tuvo que hacerlo a trozos, al cogerlo "se le caía por todos lados". Sin comentarios. Si digo que me han asomado las lágrimas en más de una ocasión, quienes me conocen un poco en el foro entenderán el mensaje.

Me ha impactado especialmente la primera historia: la del alcalde de Echarri Aranaz, por lo que de representativo tiene de lo que sucede en Euskadi. Una familia vasca hasta las cachas, cuatro hijos de aquellos que superarían con nota la prueba del RH del amigo Arzallus. Simplemente, no eran nacionalistas. En el lugar del asesinato, justo frente a la puerta de su casa, el ayuntamiento ha rendido durante años un peculiar homenaje al fallecido. No en forma de placa, ni de monolito. No. En forma de contenedores de basura.

Impresiona también la historia del chófer del almirante. Su verdugo, Belén Sánchez Penalva, ya está en la calle, en libertad. El no, claro, él sigue en silla de ruedas, y sin poderse levantar de la cama los días en que nadie puede ir a ayudarle. Le falta una pierna, tiene un brazo impedido, y la cabeza deformada por la entrada y salida de una bala. Y quisiera estar muerto, pero no puede ni llegar a la ventana para lanzarse.

Pero la película podéis verla (¡¡¡debéis verla!!!); lo que no podreis es oír al director hablando del terrorismo nacionalista; del árbol y las nueces; de las ganas que tiene el nacionalismo de pasar página de una vez por todas, para lo cual el gran obstáculo son las víctimas; de la desfachatez de los nacionalistas que, dominando todos los resortes del poder en Euskadi desde hace 25 años, siguen lamentándose de su condición de pueblo oprimido; de la sorpresa de los irlandeses a los que se invitaba a Euskadi en busca de paralelismos cuando preguntaban por las alambradas y los tanques, o cuando al preguntar por la policía opresora se les tenía que admitir que no, que la policía es autonómica, dirigida por los propios oprimidos.

Ha habido intervenciones denunciando la violencia kafkiana (en expresión brillante de una espectadora) que se vive en Cataluña, que han llevado al director a afirmar con amargura pero con valor que aunque ETA desapareciese mañana el miedo está incrustado en una sociedad infiltrada en todos sus ámbitos por el nacionalismo: miedo a perder el trabajo, a no recibir una ayuda,...

Anécdota: una "ciudadana catalana" ha hecho constar a los responsables del cine que iba a denunciarles por permitir que en un local público se desarrollase este ciclo de alta carga política.

Repito: id a verla, por favor.


Germont miembro de AR y Foro Liberal



Germont, como siempre tus relatos son esplendidos. Sólo me queda añadir que a nivel particular me ha tocado la fibra esa que a veces por la costumbre de los muertos se hace coraza y no te deja estremecer. A mí como a ti las lágrimas me han aflorado en varios momentos del pase. He sentido vergüenza de mi misma por pasar tan de puntillas muchas veces por encima de esas víctimas, y no me da ningún reparo decirlo. No podemos acostumbrarnos a vivir con esto, ¡no debemos acostumbrarnos!

Quiero agradecer a Iñaki Arteta que haya recuperado del olvido a todas esas víctimas que lo fueron un día y que hoy por hoy lo siguen siendo para sus familias y desde este momento espero que también para muchos de nosotros que las habíamos olvidado.

Creo que ha sido el padre de Fabio un bebe de dos años asesinado por ETA el que ha dicho que mientras les recordemos seguirán vivos. ¡Pues eso!

Un abrazo,

GP miembro de AR y Foro Liberal











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